Yundi Prado y Eloido Aguilera con la propuesta Mil y Una Noche participarán este lunes en el Campeonato Mundial Gelato Festival; la final se celebrará en junio en Bolonia (Italia)
Los caminos de la venezolana Yundi Prado y el cubano Eloido Aguilera se cruzaron en Tenerife. En esta isla, ella creó la heladería Fratelli Gelato, una fábrica de helados 100% artesanales donde él ejerce de maestro heladero. De esa unión profesional surgió Delicia Árabe, un helado de yogur, pistachos y miel con el que ganaron el Gelato Festival Challenge, celebrado durante el Salón Gastronómico GastroCanarias 2018 en Santa Cruz de Tenerife. Ese fue su pasaporte para participar, ahora, en la selección para la final mundial del Gelato Festival con el mismo helado bautizado ahora como Mil y Una Noche.
La Heladería Fratelli, cuenta Yundi Prado, nació en 2017. “Nosotros teníamos una tienda en Meridiano, una heladería de cara al público, y a mi marido, que era el propietario de esa heladería, se le ocurrió otra línea de negocio porque había algunos restaurantes a los que les gustaban nuestros helados y nos los pedían, así que en noviembre arrancamos ya como obrador”.
Por ahora no tienen punto de venta al público, ya que se han centrado en hoteles y restaurantes y trabajan “formatos familiares”, pero “a las personas que nos han conocido, que saben de nosotros, sí les servimos formatos familiares de uno, tres kilos o más para encuentros o fiestas familiares”.
Su producto es un helado artesanal italiano y elaboran más de 50 sabores en un local ubicado en el barrio de Buenos Aires de Santa Cruz. “Siempre hay algunos que son más habituales, puntualiza Yundi Prado, los tradicionales, como el de vainilla, pero luego tenemos otros como el Mil y Una Noche, que se creó cuando nos invitaron a GastroCanarias y que es una evolución del Delicia Árabe” con el que ganaron el concurso.
“Siempre hacemos elaboraciones diferentes como el helado Tres Leches, incluso tenemos clientes para los que elaboramos helados exclusivos porque hay restaurantes que quieren diferenciarse y nos piden recetas exclusivas; hacemos pruebas y ensayos hasta que queda como ellos quieren. Estando en Meridiano hicimos pruebas con un helado de soja para veganos y le gente quedaba contenta con el producto”, añade la propietaria de Fratelli Gelato.
Según Yundi Prado, “donde nos diferenciamos mucho son con los yogures, y en ese entra el de Mil y Una Noche porque la base es de yogur; y de frutas, el de mango es el que más piden”. Eloido Aguilera tercia en la conversación para precisar que “aquí en Canarias gustan los helados que tengan tropezones como el oreo, el stracciatella, el brownie, selva negra…”.
El helado que les ha proporcionado la invitación al campeonato mundial “es un helado de yogur que incorpora pistacho tostado, ralladura de limón y miel, lima, dátiles, flor de naranjo y azúcar rubio y al final se obtiene un producto con una buena textura, refrescante y con un sabor diferente”. Y además, afirma Yundi Prado, “no es tan dulce. Es otra cosa que nos distingue, que nuestros helados no te dan sed por ser muy empalagosos y otra cualidad es que en invierno no te da sensación de frío. Es un helado que disfrutas cuando lo comes”.
“Un corte tradicional, de rizo, es nuestro sello distintivo de presentación. Nosotros nos basamos en la sencillez y en la calidad del sabor del helado”, destaca esta empresaria que reconoce que antes “era un no parar, luego vino la pandemia y bajó mucho y ahora está resurgiendo, pero se ha vuelto a parar con la vuelta al nivel 3 porque ya nos han llamado clientes que tienen que cerrar porque no disponen de terraza. Está última semana se elaboraron 105 kilos. Trabajamos bajo pedido así que aquí el helado es fresco”, asegura.
Los helados de Fratelli los sirven restaurantes del Grupo Ventura, o en Kiki, el último japonés abierto en Santa Cruz, pero también en la Tasca San Clemente, o en el restaurante Zoco, un local de cocina árabe que acaba de abrir en el Sur de Tenerife y cuyo postre es un bizcocho árabe con el Mil y Una Noche. También sirven a hoteles como el Bahía del Duque o el Villa María y más clientes como Casa Pancho, en Santiago del Teide; la Casa del Pescador, en Las Eras o el Kokora Café, en el Parque La Granja.
El martes conocerán si pasan a la final, después de un concurso peculiar debido a la pandemia. Los heladeros han enviado las mezclas y los ingredientes para la decoración y las distintas variedades de sabor mediante envíos refrigerados. Luego los docentes de la Carpigiani Gelato University mantecarán el helado, bajo la supervisión de los competidores, que estarán conectados. El jurado procederá a su valoración y el concursante, desde su obrador, describirá su creación. Solo dos concursantes de los nueve españoles que compiten el lunes, llegarán a la final que se celebrará el 29 de junio en Bolonia… ¡Que haya suerte! | José L. Conde