La activista Alexandra Cousteau se muestra preocupada por el avance de la extrema derecha

Alejandra Cousteau, durante su encuentro con los periodistas en el auditorio de Tenerife
Alejandra Cousteau, durante su encuentro con los periodistas en el auditorio de Tenerife

La nieta del comandante Cousteau, que se encuentra en Tenerife en el V Encuentro de los Mares, recibió anoche el Premio Sartún, que entrega Vocento Gastronomía, organizador del evento

La activista medioambiental, submarinista, fundadora de Ocean 2050 y nieta del explorador y oceanógrafo Jacques Cousteau, Alexandra Cousteau, recibió anoche en el hotel Anthelia, de Iberostar, en Costa Adeje, el premio Sartún, en el marco del V Encuentro de los Mares, que organiza Vocento Gastronomía y el Cabildo de Tenerife, en Santa Cruz, Puerto de la Cruz y Costa Adeje.

Las jornadas, que comenzaron el pasado domingo con un encuentro popular en Puerto de la Cruz, continuaron ayer en el Auditorio de Santa Cruz, donde la activista medioambiental ofreció una rueda de prensa al final de las ponencias en las que estuvieron presentes, entre otros, los chefs internacionales Ángel León y Quique Dacosta.

Alexandra Cousteau fue interrogada por el auge que está cogiendo en todo el mundo la extrema derecha, situación a la que no es ajena España, con el consiguiente negacionismo del cambio climático. Cousteau se mostró preocupada por el avance ultra, situación que no ocurría hace 20 años, y señaló que la única solución que ve es seguir con las reuniones y explicaciones a la ciudadanía sobre el desastre climático, aunque “no estoy segura de que vaya a funcionar”. La activista medioambiental defendió continuar invirtiendo en la naturaleza y abogó por lo que denominó el “capital natural como fórmula para recuperar las zonas que ya están degradadas”.

Cousteau es partidaria de prohibir el uso de determinadas artes de pesca que están destruyendo el fondo marino
Cousteau es partidaria de prohibir el uso de determinadas artes de pesca que están destruyendo el fondo marino

Otra de las consecuencias del cambio climático, señaló Alexandra Cousteau, es que está generando situaciones de ansiedad entre la ciudadanía, que piensa que la vida tal como la conocemos está llegando a su fin y que tiene una tendencia a “echarse a llorar”. En este sentido, señaló que habría que buscar un equilibrio en las noticias para evitar que se genere miedo entre la población.

Interrogada sobre qué acciones concretas se podrían llevar a cabo desde el mundo de la gastronomía y desde el punto de vista de los chefs, se refirió a la prohibición, por ejemplo, del uso de determinadas artes de pesca que están destruyendo el fondo marino y, por tanto, hay que ser conscientes de qué pescados se sirven en los restaurantes. “La labor de los chefs debe ser ofrecer aquellos peces que son capturados de una manera sostenible. Ya no vale aquello de que hay clientes que están dispuestos a pagar una determinada cantidad. Los chefs pueden ser una gran fuerza en la protección de los océanos”, señaló la fundadora de la ONG Ocean 2050. También apuntó que los restaurantes pueden trabajar en la eliminación de todos los plásticos de un solo uso, tal y como ha ocurrido en Francia. “Si ellos han podido hacerlo, el resto del mundo igual”, señaló.

Por su parte, Carlos Duarte, catedrático de Ciencias Marinas de la Universidad Rey Abdullah de Arabia Saudí, fue contundente al inicio de su ponencia: “Hemos perdido la mitad del capital natural azul”, así que el reto al que nos enfrentamos, “la nueva ambición, no es hablar de lo que se debería hacer, sino actuar”.

Y para apuntalar su advertencia, nada mejor que tres ejemplos: el compromiso de Río de Janeiro cayó en saco roto; se están aprobando, tan solo medio año después de los objetivos fijados en la cumbre Kunming-Montreal, metas por debajo de esos acuerdos, y para terminar, se constatan algunas mejoras cuando han transcurrido unos 20 años desde que se puso en marcha una legislación que protege el mar. | José L. Conde