Un libro transforma “historias en papel en exquisitas bolas de helado”

El libro recopila relatos de seis autores y propuestas de helados para "relacionar imágenes y recuerdos con un sabor"
El libro recopila relatos de seis autores y propuestas de helados para “relacionar imágenes y recuerdos con un sabor”

El libro “El texto helado”, de Fernando Sáenz Duarte, Premio Memorial de Gastronomía “Paco Torreblanca” 2015, recopila relatos de seis autores, fotografías y propuestas de helados para “relacionar imágenes y recuerdos con un sabor” y transformar “historias en papel en exquisitas bolas de helado”.

Sáenz Duarte ha explicado a Efe que este proyecto, que ha presentado en Logroño, le ha permitido, por ejemplo, vincular su helado “crema helada de cacao trinitario de Venezuela con leche de cabra” al recuerdo de un batido de chocolate y el de “crema helada de leche mar-engada” al de un beso.

Este heladero riojano, conocido también como “el chef del frío”, ha afirmado que el libro surgió mientras leía la columna de un periódico, en la que describía la relación de un nieto con su abuelo, que le recordó su infancia y le evocó momentos y sabores.

Incluyó en su blog ese texto junto con una propuesta de sus helados, aunque “esta publicación se desvanecía” y planeó añadir más relatos con su sabor, pero en formato papel.

Contactó con los autores Yanet Acosta, Carmen Alcaraz, Enrique Cabezón, Xabier Gutiérrez, Teri Sáenz y Bernardo Sánchez, con el deseo de “trasladar sentimientos y recuerdos asociados al olor, a la infancia y a la memoria” y transformar “historias en papel en exquisitas bolas de helado”, ha afirmado.

Angelines González y Fernando Sáenz Duarte | Foto: Justo Rodríguez
Angelines González y Fernando Sáenz Duarte | Foto: Justo Rodríguez

El relato de Yanet Acosta, titulado “El batido de chocolate”, a Sáenz Duarte le sugiere una receta de “crema helada de cacao trinitario de Venezuela con leche de cabra”; “El beso”, de Carmen Alcaraz del Blanco, es “una crema helada de leche mar-engada”; y “Se besaban”, de Enrique Cabezón, le evoca el sabor de “sorbete de fresas, rosas y wasabi”.

“El gusto, el sentido más sentido’, de Xabier Gutiérrez, va acompañado de un “sorbete de tomate”; el texto “Nada que hacer”, de Teri Sáenz, se puede degustar con “polos helados de melón-moscatel y melocotón-orejón” y, por último, “El helado de Proust”, de Bernardo Sánchez, le sugiere una “crema helada de té Marcha con hierbabuena y nieve de vainilla Chinantla”.

Ha autoeditado 400 ejemplares del libro, que no se venderá y de los que 200 se sortearán entre quienes envíen una postal a su heladería, “DellaSera”, en Logroño, en agosto indicando “qué significa la literatura en su vida y qué sentido tiene”.

Sáenz Duarte ha declarado que en su obrador trabaja en nuevos sabores”, que le permiten, por ejemplo, combinar las frutas estivales con las hierbas aromáticas, como melón con hierbaluisa, fresas con lavanda y melocotón con romero.

También elabora “aliños helados” y otras propuestas que forman parte de la gastronomía “sin necesidad de tener que ser el postre” al trabajar con “ingredientes muy surtidos, que permiten acompañar a los platos principales”. | Verónica Sierra | EFEAGRO