
El municipio de Adeje concentra, con seis, el mayor número de distinciones, mientras que Guía de Isora tiene dos y Arona, uno
El Sur de Tenerife, donde tres municipios Adeje, Arona y Guía de Isora, copan la totalidad de los restaurantes con estrella Michelin, se ha convertido en uno de los destinos preferidos por los turistas gastronómicos del lujo o foodie, aquel cuya actividad se caracteriza por el hecho de que cuando viaja busca una experiencia vinculada con la comida. El sector hotelero se ha dado cuenta de que viajar a Tenerife ya no solo implica disfrutar del sol y la playa, sino que también es importante diseñar una oferta gastronómica que permita disfrutar al huésped con platos estrella, de temporada, y restaurantes donde el comensal es mimado en sus exigencias. Según el estudio Hábitos Vacacionales de lujo 2025 de Condé Nast Johansens, la gastronomía es una de las principales motivaciones a la hora de priorizar las experiencias culinarias del viaje, un 76%, superando a otras como la naturaleza (55%) -no hay que olvidar que Tenerife es un destino de sol y playa-, la cultura (48%), el bienestar (44%) y los spas (37%).

Desde menús degustación con estrellas Michelin hasta chiringuitos de playa, guachinches, o paseos por los mercados del agricultor, son objeto cada vez más deseados por los turistas, da igual en la franja de gasto en que se mueven. La gastronomía es prioritaria a la hora de escoger un destino. Tenerife se ha dado cuenta de la importancia de la gastronomía y no en vano todos los restaurantes con estrellas Michelin están ubicados en el interior de los hoteles, unos pocos con acceso desde la propia calle, y otros ubicados en terrazas donde se aprecia el sky line de la zona turísticas o en zonas privilegiadas del espacio hotelero.
A esto hay que añadirle una oferta bien diferenciada, en la que el producto local no siempre marca los menús ni tampoco la cocina tradicional. La expresión “hay de todo en botica” le viene de perlas a tanta variedad.

Si comenzamos el análisis por los restaurantes con dos estrellas Michelin nos encontramos con El Rincón de Juan Carlos, de los hermanos Jonatan y Juan Carlos Padrón, en el Royal Hideaway Corales (Costa Adeje), donde destacan el sabor y el equilibrio como pilar indiscutible de sus elaboraciones, combinación de producto local con los más selectos productos internacionales.
El otro dos estrellas es M.B, de Martín Berasategui y Erlantz Gorostiza, donde destacan el sentimiento de equipo, el compromiso y la innovación con una carta de inspiración vasca, con sabores de la familia.
Con una estrella Michelin hay cinco restaurantes. Uno es el Taste 1973, de Diego Schattenhofer, ubicado en el Villa Cortés, de Arona, y que homenajea a la cocina de las islas y de rescate de nuestros orígenes. Está el NUB, de Fernanda Fuentes y Andrea Bernardi, en el Bahía del Duque (Adeje), donde fusionan la cocina de sus países, Chile e Italia, con Canarias, como escenario principal. El Donaire, de Jesús Camacho, en el hotel GF Victoria (Costa Adeje), busca fusionar la precisión de la pastelería con la cocina salada, una experiencia que desafía lo convencional.

Los dos restantes con una estrella están en el Royal Hideaway Corales. Se trata del San Hô, liderado por Adrián Bosh, quien ofrece una cocina global sin límites creativos ni fronteras, en un viaje transoceánico con punto de partida y retorno al Archipiélago.
El otro es Il Bocconcino, de Niki Pavanelli, que aporta un enfoque moderno y progresivo de la alta gastronomía italiana.
El Haydee, de Víctor Suárez, que contaba con una estrella Michelin en La Orotava, busca revalidar este año el galardón tras su reciente apertura en el hotel Gran Tacande, también en Costa Adeje.
Qué duda cabe de que el turismo vive en la actualidad cifras récords, pero la duda es cuántos tendrán que llegar para satisfacer esta demanda foodie y si sobrevivirán todos. | Pepe Miranda