
El nuevo espacio gastronómico en el centro de Santa Cruz ya ha abierto sus puertas con una propuesta de largo recorrido
El restaurante Duke, ubicado en la casa Duque integrada en los jardines del Iberostar Gran Hotel Mencey, ha abierto ya sus puertas como informó en exclusiva DIARIO DE AVISOS a mediados del pasado mes de marzo. Duke, en un entorno inmejorable, llega para satisfacer los paladares más exigentes en una ciudad que desde hace más de una década ha visto como la cocina japonesa y oriental encuentra una fuerte y acogedora respuesta en la ciudadanía y sus visitantes.
Duke se encuentra ubicado en un chalet de estilo neocanario construido a mediados del pasado siglo que ha sufrido una profunda transformación para albergar este restaurante japonés muy confortable, con dos plantas de comedor, e incluso con un ascensor. Los chefs, al mando de Bernardo Gutiérrez, preparan los platos a la vista de los comensales, mientras que Lolo Crusellas está como director de sala. Ambos con amplia experiencia en Kazan y en el Kiki, el otro japonés de este grupo inversor que mantiene abierto en el hotel Urban de Santa Cruz, cerca del Teatro Guimerá.
Ya es marca de la casa el buen género y las habilidades de los cocineros con esta excelente materia prima que suman ahora un escenario muy confortable, acogedor y tranquilidad que mejora el disfrute de los platos. A cargo de los vinos está Ángela Peña con experiencia en el asador Aramendi Berria, el grupo Etxnobe y Etéreo en Santa Cruz. En definitiva todo preparado para disfrutar y mejor reservar con antelación.
Una reciente visita me ha permitido gozar de las nuevas elaboraciones que ofrece Duke, que confirman que estamos en buenas manos y que demuestran la madurez de un proyecto de largo recorrido de cocina japonesa para la capital y, también, para la isla.

De entrada, un bocado de tartar de salmón, con lima, y un chip de batata de Lanzarote, que dio paso a un plato caliente: ramen de wagyu a5 con fideos sōmen y huevo, exquisito. Siguiente paso, tartar de atún rojo, de Balfegó, con su chip de papa negra.
Rodríguez preparó a continuación un nigiri de toro con su toque de caviar de Riofrío y un uzusukuri de carabineros con salsa de sus cabezas y éstas a la robata, dos bocados estupendos que evidencian la calidad del género que adquiere Duke.
Excelentes también el nigiri de brioche, atún, aguacate, lima culminado con un huevo de codorniz y el maki hosomaki tempurizado con tartar de lomo de atún. Ambos impecables.
Las gyozas o empanadillas al vapor son una mezcla de setas y trufa de Teruel, muy acertado, al igual que el nigiri de cangrejo real con su toque de trufa.
Se disfruta, y no poco, con las gyozas rellenas de buey, de El Capricho, en León, de José Gordón y del nigiri crujiente de arroz con toques de steak tartar y su tuétano, que borda el equipo de cocina. La parte más cárnica tiene su punto final con un gyutataki de la raza Simmental, acompañada de verduras, setas de temporada y katsuobushi (atún seco, fermentado y ahumado).
De postre dos, uno de ellos el wafu mirufoiyu (milhoja, crema pastelera de café con helado de plátano) y la simbiosis de cacao (vaina de chocolate en texturas con helado de chocolate amargo 70%).
Los platos han sido acompañados con un espumoso Raventós i Blanc, un blanco Informal, un proyecto de Valerio García, con el 80% de vijariego blanco y 20% de listán blanco, de la Denominación de Origen Valle de la Orotava; un viognier de la bodega Vallegarcía, excepcional viñedo declarado Pago en 2019 con el reconocimiento de Denominación de Origen Protegido, en los Montes de Toledo y, por último, un Salvio de la Bodega Dominio de Elbio de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Duke promete dar días felices a los aficionados a la comida japonesa. | José L. Conde
Duke Restaurant. Casa Duque, C/ Dr. Jose Naveiras, Santa Cruz de Tenerife |
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Teléfono: 611 96 20 52 |
Horario: De lunes a sábado: 13:30–15:30, 20:00–22:30. Domingo: cerrado |