Pilar Acosta, natural de Garahico y jefa de sala del restaurante Nielsen, expone sus obras en Madrid y París el próximo mes de mayo
A Pilar Acosta la conocen, sobre todo, por ser la jefa de sala del restaurante Nielsen, pero “lo que me apasiona, lo que realmente me hace sentir bien, lo que hace que pierda la noción del tiempo es pintar” afirma entusiasmada porque el próximo mes de mayo sus obras se exponen en París y en Madrid. Pero para llegar hasta aquí ha tenido que pelear, sobre todo, con ella misma porque, reconoce, “ustedes no saben lo mal que yo lo pasé” cuando sus cuadros empezaron a decorar las paredes del restaurante que Danny Nielsen, su pareja, tiene en el Callejón del Combate, de Santa Cruz.
Se decidió a exponer cuando unos amigos fueron a su casa y les preguntaron quién era el artista que había pintado los cuadros que decoraban las paredes y “Danny respondió la artista es ella, pero no se lo cree. Y nos preguntaron por qué no los exponíamos en el restaurante. Yo me resistía, porque me daba un poco de apuro. Pero al final nos trajimos los cuadros y todavía estaba uno en el suelo porque a Danny no le dio tiempo a colgarlo y entró un cliente que dijo que lo quería. Y a raíz de eso, muchas de las obras que se colgaron en su momento se vendieron. Y la verdad es que ha sido un éxito” cuenta Pilar Acosta, que todavía no termina de creérselo.
Tal es así que un día, a través de su cuenta de Instagram (pilaracosta_arte) “contacta conmigo una galería de arte, que yo pensé que no era verdad el contrato que me proponían hasta que los abogados me dijeron que sí, que era real. Y ahora, la Galería de Arte Van Gogh son los que me representan y voy a exponer en Madrid (en la galería) y en París”. También expondrá, de forma virtual en Miami y la han incluido en una red online de obras de arte y también me van a incluir ahí. Pero, sobre todo, le hace ilusión exponer en su pueblo, Garachico.
“Cada obra tiene un secreto que solo le revelo a la persona que lo compra”
“Yo defino mi obra -explica Pilar Acosta- como emoción en movimiento, porque realmente son emociones lo que yo intento reflejar en cada obra que hago. Y yo creo que eso es también lo que el cliente capta, y es verdad que el cliente ve a veces cosas que yo no veo. Muchas veces se han llevado las obras porque algo dentro se les mueve”.
Emplea en sus cuadros una técnica mixta “porque utilizo acrílicos y spray. Una de las cosas que me identifican es que en todas mis obras siempre hay un toque de oro”, explica. Y añade una sorpresa que sólo conocen los que ya le han comprado un cuadro: “cuando el cliente adquiere una obra se lleva un certificado de autenticidad y un escrito que les hago porque cada obra tiene un secreto que solo le revelo a la persona que lo compra. Y todas tienen un secreto”.
Pilar Acosta sigue pintando. “Yo tengo claro que es mi pasión, si yo pudiera dedicarme en cuerpo y alma solo a pintar sería completamente feliz. Es verdad que estoy aquí ayudando a Danny pero es verdad que el restaurante es su sueño; yo pinto porque me gusta y si luego a la gente le gusta pues fantástico”. Admite que “ya ha habido más galerías que me han contactado pero no puedo con tanto, yo estoy dedicada al Nielsen y además me gusta mi trabajo”, remata para que quede claro.
No le da importancia a este éxito sobrevenido con 49 años. “Yo siempre digo que nunca es tarde. Era mi momento, antes no hubiese podido, dedicaba muchas horas a este trabajo y era impensable porque el objetivo era sacar adelante el Nielsen”. | José L. Conde