María Ritter, directora de la publicación gastronómica, ha buscado establecimientos donde los clientes muestran un interés por los sabores de la toda la vida
La Guía Repsol presentó ayer noche en Córdoba la 10 Edición de los Soletes que homenajean la tradición y reivindican tanto los negocios clásicos que han resistido el paso del tiempo como el empuje de los más jóvenes que han decidido apostar por lo auténtico. En total se dieron a conocer 300 Soletes con Solera repartidos por toda España de los cuales 14 corresponden a Canarias.
En la provincia de Santa Cruz de Tenerife son: Atlantis, en Santa Cruz de Tenerife; Casa de Comidas Leni, en El Sauzal; Charco del Conde, en Valle Gran Rey (La Gomera); La Morra, en El Rosario (Tenerife); Mesón Jarera, en San Andrés (El Hierro); San Antonio del Monte, en Garafía (La Palma), y San Diego, en La Orotava.
En la provincia de Las Palmas: Casa Tomás y Teleclub de Tao, en Teguise (Lanzarote); Hermanos Díaz, en Arucas (Gran Canaria); La Majada, en Artenara (Gran Canaria); Mis Abuelos, en Morro Jable (Pájara, Fuerteventura), y La Travesía de Triana y Tatono, en Las Palmas de Gran Canaria.
Con estos 14 nuevos Soletes, que se reparten siete y siete en cada provincia, la comunidad canaria suma ya un total de 210 establecimientos con los que la Guía Repsol “quiere celebrar a quienes se han mantenido fieles a los sabores en los que se reconocen varias generaciones. Estos Soletes con Solera comparten una filosofía común que se nutre del entorno y la herencia recibida, tan vigente en pueblos y ciudades pequeñas y que en los últimos tiempos ha contagiado de ese arraigo a las grandes urbes y a una parte de los que están estrenando sus negocios”, ha explicado María Ritter, directora de Guía Repsol,durante la gala celebrada en Córdoba.
‘Lo de siempre’. “Guía Repsol sabe que ‘lo de siempre’ resulta más atractivo que nunca. Por eso, en esta 10ª edición hemos puesto el foco en los Soletes con Solera. Jóvenes cocineros abren nuevas casas de comidas tradicionales, se recuperan bares antiguos en el centro de las ciudades y los clientes muestran también un interés renovado por las raíces, reivindicando los sabores de toda la vida. Casas de comidas con arraigo, barras que podrían contar miles de historias o familias que han transmitido el oficio de abuelos a padres y de padres a hijos hasta convertirse en una institución. En este listado, además de lugares legendarios, hay nuevos establecimientos que escarban en el origen y buscan poner al día las recetas que son historia de este país, con cariño y respeto”.
Así, los Soletes se reparten entre cocinas donde las recetas se mantienen inalterables, aunque la experiencia las va enriqueciendo año tras año. También reciben un reconocimiento las barras, donde el producto, las costumbres, la decoración y hasta el acento de parroquianos habituales y el personal explican el lugar en el que te encuentras. Además, las cafeterías y pastelerías tienen esta vez una representación muy especial: el horno que mejor hace el dulce típico de tu zona también se merecía un premio en esta gala celebrada ayer en Córdoba.
Un sector que trabaja con convicción de una manera sostenible
Buena parte de los bares, casas de comidas y cafeterías que han obtenido la distinción de Soletes con Solera trabajan por convicción de una manera sostenible, porque también en eso consiste la tradición. El producto de proximidad, el aprovechamiento y el ahorro de energía son, en muchos Soletes con Solera, una cuestión de sentido común. Los expertos de Guía Repsol repartidos por España han trazado un listado donde todas las provincias están más representadas que nunca. Así se refuerza el compromiso histórico de los Soletes con los lugares que habitualmente no aparecen en las guías y que en la app de Guía Repsol están a tu disposición en cualquier ocasión, ya sea durante una escapada o para salir por tu localidad y probar sitios que no conocías.
Recorrer los Soletes siempre es un viaje, pero ahora también es un viaje en el tiempo, con sus respectivas estampas de otra época como por ejemplo, la Taberna Terrón de Badajoz donde tienen la carta en pesetas, o Silvestre de AVISOS SantaVila-Real (Castellón) donde se puede probar un menú del medievo. | José L. Conde