Adiós a Fermí Puig, un catalán que captó la gastronomía de Tenerife
El pasado fin de semana falleció el chef Fermí Puig (Granollers, 1959) en Barcelona tras una penosa enfermedad. Elogiado por los medios de comunicación gastronómicos de Cataluña, por supuesto, y del resto de España, Puig tocó la cima de la Guía Michelin al lograr una estrella con su restaurante Drolma, en el hotel Majestic, que marcó un antes y un después en la gastronomía de la Ciudad Condal y que cerró en 2011. Luego abrió también en Barcelona con el nombre de Fermí Puig, en la calle Balmes, que cerró hace poco más de un mes.
Culto, trabajador, conversador y comprometido con el Barça
Las personas que tuvimos la suerte de conocer y tratar a Fermí Puig sabemos de las virtudes de este chef que poseía una amplia cultura, era un gran conversador, trabajador incansable, excelente cocinero respetuoso con el producto, y comprometido, como pocos, con el Barça (hay que recordar que en su último restaurante había un reservado con una baranda del antiguo estadio de Les Corts) y con su Cataluña natal. Y sobre todo recordaba sus inicios en Playa de las Américas, donde estuvo trabajando con el chef número uno del mundo, Ferran Adriá.
Mejor jefe de cocina en los II Premios de Gastronomía de DIARIO DE AVISOS
Un joven Fermí Puig ya demostraba su talento y creatividad en la cocina del Costa Brava, nombre que recibió el restaurante que abrió en Playa de las Américas, que fue distinguido como mejor jefe de cocina en los II Premios de Gastronomía de DIARIO DE AVISOS en su edición de 1987 por un jurado que presidia el periodista ya también fallecido Manuel Iglesias.
El cabrito embarrado, uno de platos que incluyó en el menú de Fermí Puig
El chef catalán su último restaurante, que lleva su nombre, en la calle Balmes, junto a su socio y jefe de sala, Alfred Romagosa, y se lanzó a una aventura de cocinar platos basados en la cocina catalana con un menú cerrado para hacerlo más accesible al público. Pero en su carta no podía faltar el cabrito embarrado, con una receta reinterpretada por Puig, pero con reminiscencias de la cocina de la isla de La Gomera, y que recogió en su libro Cocina, la tradición, de padres a hijos. Canarias siempre la tuvo presente en sus conversaciones.
Germen de una gastronomía que ha atraído a las guías especializadas
Muchas veces se habla de nueva cocina canaria, pero lo cierto es que ya en la década de los ochenta y noventa se comenzó a gestar la transformación de la gastronomía en las islas, cuyo resultado se aprecia hoy con más nitidez gracias a las estrellas de la Guía Michelin y los Soles de la Guía Repsol. Sin embargo en aquella época ya llegaron las primeras estrellas de la guía francesa en recayeron en El Drago, de Carlos Gamonal, o en El Patio, en el Jardín Tropical de Adeje, con el chef Juan Gálvez al frente de las cocinas, quienes abrieron las rutas gastronómicas de Tenerife.
LA GUINDILLA
Premios a las cartas de vino
Las cartas de vino han sobrevivido a las restricciones de la Covid, no así las del menú que han ido desapareciendo paulatinamente. Hay que reconocer que las de vinos, cuando el restaurante las cuida, aportan un plus a la bodega de la casa. Dos ejemplares son las de El Secreto de Chimiche, en Granadilla de Abona, y las del Kensei japonés contemporáneo, en el bahía del Duque, que han sido premiadas, la primera ganadora y la segunda mejor presentación y diseño, en el XXI Edición de Concurso Regional de Cartas de Vinos para Hostelería, Restauración y Tiendas Especializadas que organiza AVIBO, órgano de gestión de la DOP Islas Canarias-Canary Wine. | José L. Conde