La primera jornada de la edición del 25 aniversario de San Sebastián Gastronomika – Euskadi Basque Country ha estado cargada de historia y emotividad, pero también de futuro. El decano de los congresos de gastronomía ha demostrado que la experiencia y el conocimiento compartido a lo largo de estos 25 años han asentado una base sólida para construir la cocina del futuro. Y de ellos ha sido testigo en el Kursaal la generación de cocineros que cambió la historia de la cocina.
Tal como ha destacado Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía, en la inauguración del congreso, Gastronomika fue “el punto de encuentro de la transformación de la gastronomía en España”, un papel que sigue queriendo ejercer en el futuro “con un formato en el que caben todos, y un futuro tan rico como complicado. Vamos a trabajar con los de siempre y con los nuevos, para seguir manteniendo a Donostia como la capital de la gastronomía mundial, como la ciudad de los prodigios gastronómicos.” Una promesa que ganaba significado después del anuncio de Roser Torras, directora del congreso, quien ha decidido “dar un paso a un lado, aunque jamás me marcharé de la gran familia de la cocina” y dejar de ser -después de 15 años al mando- la cabeza visible de Gastronomika para cederle el testigo a Lana. Ovación y emoción de todo el auditorio seguían a esta revelación que solo significa un punto y seguido en la historia de Gastronomika.
Algunos de los chefs que se han subido al escenario han aprovechado la ocasión para hacer balance de sus carreras, como ha sido el caso de Disfrutar, Rodrigo de la Calle, Josean Alija o el mismísimo René Redzepi. Aunque este último, con la ilusión del nuevo proyecto en el que derivará Noma, también ha sido de los primeros en hablar de evolución y cambio hacia un futuro igual o más emocionante que la revolución gastronómica que se ha vivido en los últimos años. Una revolución que en gran medida lideró Ferran Adrià, quien a pesar de recibir el Premio Homenaje del congreso no ha querido personalizarlo, ya que considera que “es un homenaje no a una persona, sino a una generación”. Agradecido al congreso, recordaba también a Juli Soler, el que fuera su mano derecha en elBulli, y parte esencial del éxito del concepto. Cargado de ilusión, no renuncia a seguir sorprendiendo con nuevos proyectos, tras poner en marcha elBulliFoundation, esta vez vinculados al Madrid Culinary Campus (MACC), del que forma parte.