Los españoles confinados no renuncian al picoteo: un 50% más
El picoteo entre horas en los hogares desde que comenzó el confinamiento ha crecido un 50% más. A estos datos le siguen las comidas y las cenas y, en menor medida, el desayuno, que ya se realizaba en muchas ocasiones en las casas, según datos publicados por Kantar, consultora líder en paneles de consumo. “Estamos trasladando el consumo de fuera de casa a dentro del hogar y eso supone unos cambios de hábitos muy marcados, por ejemplo, desayunamos más tarde, dedicamos más tiempo a cocinar y momentos como el del aperitivo -que antes hacíamos fuera del hogar- ahora lo realizamos dentro de casa-. Esto supone un cambio en los productos que compramos en el super”, explica María Josep Martínez, experta en paneles de consumidor de Kantar.
Más productos de indulgencia y placer
El crecimiento del consumo entre horas y el hecho de que pasemos más tiempo en casa ha impulsado la compra de productos de indulgencia y placer. Así, las categorías relacionadas con la repostería, el chocolate o los helados han más que doblado su tamaño en la semana del 23 al 29 de marzo, un mayor crecimiento en ventas con respecto al periodo anterior a la crisis sanitaria. Pero los españoles no solo se alimentan de helados, dulces y refrescos durante el confinamiento. En la segunda semana de encierro los hogares volvieron a cargar más en alimentación y bebidas; y en productos frescos perecederos que la media antes de la crisis, concretamente un 21% y un 17% más respectivamente”, explica la experta de Kantar. El crecimiento ha afectado por este orden a repostería, helados, nata montada, tabletas de chocolate, refrescos de limón con gas, crema cacao, ginebra y cerveza. El encierro ha llevado a los españoles a cambiar también sus hábitos diarios. Además de dedicar más tiempo a limpiar, también se pasan más tiempo cocinando. Así, 3 de cada 10 españoles dice dedicar más horas a cocinar que antes de la crisis y las ocasiones que requieren un tiempo de preparación superior a los 30 minutos han aumentado ya en un 6%.
Los chefs se unen en tiempos de coronavirus
Los chefs estrella Michelin españoles se han unido en una campaña viral para reclamar a las administraciones ayudas y apoyo a la hostelería, uno de los sectores más afectados por el cierre de establecimientos por la pandemia del coronavirus. Entre ellos figuran Ferran Adrià, Martín Berasategui, Diego Guerrero, Dani García, Paco Roncero o Karlos Arguiñano. Esta iniciativa ha sido lanzada por la revista Sobremesa, especializada en vinos y gastronomía, con la petición en las redes sociales a través del hashtag #daremoslacara.
La directora de la revista Mayte Lapresta ha señalado que juntos “reconstruiremos ladrillo a ladrillo ese gran edificio que es la gastronomía”. Hay que recordar que el sector factura más de 120.000 millones de euros al año, representa al 6,2% del PIB y da empleo a cerca de 1,7 millones de personas.
HiperDino incorpora la medición de temperatura corporal para empleados y clientes
HiperDino ha comenzado a medir la temperatura corporal de sus empleados y clientes como nueva medida de protección y seguridad frente al Covid-19. En total, la cadena ha adquirido 280 termómetros infrarrojos para llevar un control exhaustivo, contribuir a atajar el virus y limitar el impacto social. El funcionamiento de estos termómetros infrarrojos es sencillo y no requiere de contacto físico entre las personas, mientras que su flexibilidad, eficacia y precisión queda garantizada. Esta herramienta permitirá medir la temperatura diariamente de cada empleado antes de comenzar su jornada laboral y la de los clientes antes de entrar a la tienda.
LA GUINDILLA
Las cajeras de supermercado
Todos los días, a las 19 horas, salimos a los balcones y terrazas a aplaudir la labor de médicos, enfermeros, Protección Civil, Policía Nacional y Local, Guardia Civil, etcétera (sin duda me dejo profesionales fuera de la lista), pero me da que se nos olvida la labor que diariamente, incluso antes al estado de alarma, realizan las cajeras (y lo pongo en femenino porque la mayoría son mujeres) en los supermercados. Han sufrido colas inmensas, reacciones airadas de compradores miedosos del desabastecimiento, etcétera. Y ahí están dando la cara, aunque sea con mascarillas. | José L. Conde