“Nuestra cocina tiene paralelismos con un mundo sin humos”

José Manuel de Torres (d) y Cristo Hernández | Foto: José L. Conde
José Manuel de Torres (d) y Cristo Hernández | Foto: José L. Conde

José Manuel de Torres y Cristo Hernández, propietarios de Gyotaku, Premio Cocina sin Combustión

El restaurante japonés Gyotaku ha sido galardonado en la categoría de Cocina sin Combustión de los Premios de Gastronomía de DIARIO DE AVISOS-Dorada Especial, al que se presentaron un total de 15 restaurantes de Santa Cruz de Tenerife y de Las Palmas de Gran Canaria.

Los propietarios José Manuel de Torres y Cristo Hernández han sido los encargados de elaborar este menú que se caracteriza por no superar los niveles de combustión y su apuesta por productos de kilómetro cero que ayudan al mantenimiento de la biodiversidad local. Presentarse y obtener este reconocimiento pone de manifiesto el interés de estos profesionales por unirse al propósito de un mundo libre de humos de la compañía Philip Morris que, con el impulso del certamen, muestra una vez más su apoyo a las empresas que son capaces de innovar en cualquier sector, incluso los más tradicionales. De Torres responde a esa entrevista.

 -Presentarse en una nueva categoría como la de menú sin combustión es un reto. ¿Qué fue lo que hizo que decidieran participar?

“Creemos que nuestro tipo de cocina tiene ciertos paralelismos con la transformación que está impulsando la multinacional hacia un mundo sin humos. Nos atrae seguir innovando, y nos pareció que era una oportunidad para colaborar en dar a conocer diferentes alternativas de cocinar evitando la combustión de los alimentos, así que nos lanzamos a ello. Tuvimos que idear nuevos platos que introducen otras maneras de preparar el producto, y eso exige cambiar la forma tradicional de cocinar. Desde luego, la transformación y el cambio se da en todos los ámbitos, y como no podía ser de otra manera, también en la gastronomía”.

Sandwich de toro, chutney de tomate canario, yuzi khoso, laga nori rebozada con panko y mayonesa kimchi, unos de los platos del menú sin combustión de Gyotaku | Foto: José L. Conde
Sandwich de toro, chutney de tomate canario, yuzi khoso, laga nori rebozada con panko y mayonesa kimchi, unos de los platos del menú sin combustión de Gyotaku | Foto: José L. Conde

– ¿Cómo ha sido vuestra trayectoria profesional?

“La idea del restaurante nace por nuestra pasión por la cocina japonesa y por la necesidad de que hubiese un local de estas características en el norte de Tenerife. Nosotros somos amigos de toda la vida, Cristo venía del mundo de la cocina especializándose concretamente en la comida japonesa y yo venía del mundo comercial, de la hostelería. Muchos nos trataron de locos cuando contamos nuestra idea de crear el primer japonés en La Orotava, pero tras años trabajando, ya tenemos dos restaurantes de este tipo, Izakaya LO en La Orotava y Gyotaku en el Puerto de la Cruz y podemos decir que la aceptación ha sido muy buena”.

– ¿En qué consiste el menú con el que han ganado el premio?

“El menú ha sido realizado sin fuego, ya que era una de las normas que se estipulaban. Además, lo hemos elaborado casi en su totalidad con productos locales como el pescado, las verduras o las frutas; excepto aquellos que son de temática japonesa y que hemos tenido que traer de fuera. Por ejemplo, los aguacates se cosechan en La Orotava y las cebolletas o las flores que son comestibles las compramos en una tienda ecológica, todo a 10 minutos del restaurante.

– ¿En qué se han inspirado para la elaboración de este menú?

“Hemos sacado las ideas de los platos estrella que más han gustado a nuestros comensales y los más representativos de nuestra carta, con la finalidad de ensamblarlo todo en un menú apetecible que añadiremos también a nuestra carta para que todo el que quiera pueda venir a probarlo”.

– ¿Son reticentes los clientes a este tipo de cocina sin combustión?

“No, al final la cocina japonesa va de la mano de la comida cruda y es lo que solemos manejar a diario en el restaurante. De hecho, el 40% de nuestra carta son platos crudos -siempre respetando las obligaciones sanitarias- y los consumidores se quedan satisfechos”. | J. L. C.