La fiesta se sigue celebrando en torno a la mesa pero cada vez hay más personas que no pisan la cocina para darse un buen homenaje
La alta gastronomía vive décadas de auge mientras la “comida a domicilio” disfruta desde hace años de crecimiento exponencial; en Navidad, ambas tendencias se han fundido en una receta que busca complacer a los consumidores más gourmet con poco tiempo o pocas habilidades entre fogones.
Un tercio de los encuestados por una empresa de una de las plataformas de “take away”, Just Eat, ha reconocido que le estresa tener que pensar y cocinar en las fechas señaladas, una situación percibida por los chefs que ofrecen soluciones para todos los precios y gustos culinarios.
Todo un tres estrellas Michelin, Dani García, ha diseñado una estrategia para extender su menú navideño entre sus vecinos malagueños; así, previa reserva por Internet, se pueden obtener los menús desde 75 euros.
Y, según explica en las condiciones de su promoción del menú “take away”, quien se decida por esta opción podrá intentar fantasear con cocinarlo alguna vez, pues será el propio Dani García quien les felicite la Navidad y les entregue la cena con una breve explicación.
También hay quien ha preparado una idea similar, pero en Bilbao: el menú de Navidad de Etxanobe, sólo disponible en formato “take-away”, basado en productos habituales de la cena de Navidad, como el besugo o el pollo, pero revisados en propuestas para la ocasión como la “terrina de pollo Eusko Label con dátiles” y salsa cochinita pibil o el “besugo con ito togarashi y ajo negro”.
Es la misma línea que sigue el chef José Luis Inarejos en su menú para llevar en el restaurante Dingo (Madrid), donde utiliza el navideño capón pero con un relleno diferente al clásico de pasas, orejones y nueces, pues su capón, que puede llegar a las mesas de cualquiera, se rinde a la moda por lo asiático y se compone de jengibre, soja, chili dulce y aceite de sésamo.
Hay restaurantes que dejan más margen al comensal y ofrecen una serie de platos navideños con los que conformar el menú; es el caso de Elektra, un espacio en la moda de la cocina saludable donde se puede pedir para llevar raciones de consomé, crema de lentejas con foie, croquetas de setas y brownie de aguacate y castañas.
Y es que puede parecer que está todo inventado en gastronomía, pero los chefs se dejan llevar por su creatividad en este tiempo en el que los comensales están más predispuestos a darse un homenaje y a dejarse sorprender.
Por ejemplo, se puede comer un “brioche” y no para el desayuno, sino relleno de manzana y pato para celebrar la Nochebuena, tal y como proponen en el restaurante Gigi.
Para todos aquellos que no tienen que sorprender a sus comensales, sino que van de “invitados”, también hay ideas de lo más “trendy”, en el supermercado o tiendas especializadas para conseguir el buscado “efecto wow”.
Al hilo de la línea de la moda “japo”, el grupo Sushita ha preparado para la venta en la gran distribución bandejas de degustación con las que quedar como un emperador japonés.
Y ojo a los dulces, que más allá de los clásicos polvorones y turrones, la boutique de chocolate flor D’KKO situada en el exclusivo barrio de Salamanca, ha diseñado tres propuestas para que el chocolate sirva de aperitivo y postre con tabletas con jamón y trufa negra o de churros, eso sí, sin gluten.
La Navidad se sigue celebrando en torno a la mesa y con mucha creatividad, pero como el resto del año, cada vez hay más personas que no pisan la cocina para darse un buen homenaje. | Lucía Ruiz Simón | EFEAGRO.