Las previsiones apuntan a un incremento de la producción en torno a un 20% y que serán vinos muy aromáticos, por la maduración progresiva de la uva
La vendimia se da por finalizada en todas las regiones vinícolas de España; el campo ha hecho un buen trabajo y la producción de uva, con una maduración adecuada, ha sido abundante; ahora es el turno del mercado que, con su comportamiento, examinará de nuevo la rentabilidad del sector.
Tras dos años marcados por la sequía y una cosecha, la de 2017, anormalmente baja, en 2018 las previsiones apuntan a un incremento de la producción en torno a un 20 %, en un ciclo en el que la climatología y los efectos del cambio climático han dado un respiro o incluso una grata sorpresa a los viticultores.
“Va a haber un incremento de producción muy notable y esto es una buena noticia”, puntualiza en declaraciones a Efeagro el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Sin embargo, existe una preocupación, que el ministro define como “la de siempre”: que se logre una retribución justa por el trabajo realizado.
En ese punto, recalca que “queda mucho por hacer”, tanto en materia de concentración de la oferta como en dar valor al producto dirigiendo los esfuerzos hacia las ventas del embotellado más que al granel, porque así es como se incrementa el precio medio y, por tanto la retribución para el productor.
Los primeros datos oficiales que se conocen son los de la Organización Internacional del Vino (OIV); hace un par de semanas difundió sus previsiones de producción global de vinos, que apuntaban un incremento para España del 26 %, hasta los 40,9 millones de hectolitros.
Pero no sólo en el campo español ha habido una buena cosecha, ha sido una constante en todos los países; la producción mundial prevista es de 282 millones de hectolitros, un 12 % más que hace un año y el más alta desde 2013, especialmente por el tirón de Italia, Francia, España y Alemania y los suramericanos Argentina y Chile.
El presidente de Cooperativas Agro-Alimentarias de España, Ángel Villafranca, valora la calidad de la uva de esta añada por la maduración lenta del fruto, con unas lluvias “muy agradecidas” y un verano “muy fresco”.
La vendimia ha sido tardía, con lo cual el escenario “es todavía mejor”, aunque coincide en que la preocupación es ver “cómo se va a comportar el mercado, sobre todo el internacional, porque el consumo es insuficiente para el volumen que se produce”.
“Esperamos que no haya que tomar alguna medida de choque”, resalta, que en cualquier caso sería por parte de la iniciativa privada.
El responsable técnico del sector del vino de Asaja, José Ugarrio, apunta que el resultado final de la campaña diferirá en función de las zonas, pero que en general se puede hablar de un incremento del 20 % de la producción.
A su juicio, el mercado, al igual que el campo, puede tener un buen comportamiento porque tras dos campañas muy bajas por los efectos de la sequía, las existencias son muy inferiores y se parte de bodegas “sin un litro de vino almacenado”.
En cualquier caso, cree que el incremento del consumo interno, tal y como se está intentado con la Interprofesional, es una de las bazas para mejorar la estabilidad del sector.
El responsable de este sector en COAG, Joaquín Vizcaíno, indica que tras dos años de producción más baja, los viñedos estaban descansados y se ha vuelto a una producción “con tiempos y resultados más lógicos”.
Sobre la evolución de los precios dibuja una diferencia entre las regiones vinícolas del norte, donde sale más vino embotellado, frente otras que venden más a granel y que sufren “oscilaciones bárbaras” de precios en función de las variaciones de oferta y demanda.
El responsable de vitivinicultura de UPA, Alejandro García, asegura que los buenos resultados de esta vendimia han sido “sorprendentes” por la mala costumbre de años anteriores y ahora toca “lo más difícil” que es colocar estos vinos a buen precio.
“Serán vinos muy aromáticos, por la maduración progresiva de la uva”, augura, pero con la incógnita de saber cómo funcionarán en un “mercado de vino muy globalizado”. | Lucía Ruiz Simón | EFEAGRO