“Desde hace cinco años venimos desarrollando en la bahía de San Juan de Luz un proyecto pionero a nivel mundial, en una nueva forma de hacer vinos mediante fermentación submarina, ahí donde todo es diferente y donde un equipo de buzos controla el proceso en el que influyen la presión, la temperatura, la profundidad de las aguas en las que se sumerje y las corrientes marinas. Cuando comenzamos nuestras investigaciones en San Juan de Luz (Francia), y desde el principio decidimos que este proceso singular, que nos permitía crear un vino único e irrepetible, fuera para HABLA”, dice Florent Dumeau, enólogo asesor de Bodegas Habla. Este nuevo vino está comercializado en Canarias por El Gusto por el Vino.
Sin duda, el carácter de Habla del Mar, que es más que un vino, porque da paso a una nueva categoría, para el que se ha fermentado nuestra uva con una mezcla de diferentes cepas de levaduras, (Hanseniaspora, Torulaspora y Saccharomyces cerevisae) ya que son las que mejor se adaptan a la fermentación de los depósitos bajo el mar. Como no podía ser de otra manera, nos ofrece una originalidad única con notas de cata salinas, que nunca se habrían conseguido con otro proceso de elaboración.
“Se trata de un concepto rompedor, que da lugar a una nueva categoría. Es una revolución equivalente a la del coche eléctrico en la industria del automóvil”, ratifica Valentin Iglesias, director creativo de la marca. Bodegas Habla, vuelve a ser pionero, aplicando nuevos métodos con gran compromiso y rigor.
Una evolución de la especies en el mundo del vino y una revolución en la concepción de elaboración tradicional; un proyecto digno de la imaginación de Julio Verne.
Habla del Mar…, es un vino blanco, elaborado con uvas blancas de origen atlántico, que es sometido a una inmersión submarina en aguas de la bahía de San Juan de la Luz, en Francia, para durante ocho meses obtener una segunda fermentación que rejuvenece el vino.
Según la ficha de cata es un vino blanco submarino, con 12º de graduación alcohólica, con crianza sobre lías totales y con una viticultura propia de costera tradicional.
Es de color amarillo limón, limpio y brillante con ligeros matices acerados. De aroma es de fragancia sutil y destaca su recuerdo a maresía que evoca largos paseos junto al mar. Una primera nota salina recuerda a marisco, para dar paso a una nota vegetal propia de algunas especies de algas. Detrás de esta delicada expresión aparecen matices de membrillo y manzanilla.
En boca presenta una entrada suave, desarrolla toda su expresión con una acidez que confiere a la boca gran tensión, verdadera mineralidad marina. Su final emana sensaciones frescas y florales con un toque salino. Habla del mar es un vino placentero y enérgico que invita a imaginar un horizonte infinito junto al mar.