La Gula del Norte celebra estas Navidades su vigésimo quinto aniversario desde que llegara a las mesas españolas convertido ya en un clásico, tal y como reflejan sus ventas, que rondan los 10 millones de bandejas por año.
Así lo han apuntado a Efeagro responsables de la compañía Aguinaga -propietaria de las marcas La Gula del Norte, Krissia y Angulas Aguinaga-, quienes han reconocido que la Navidad es un momento “importante” en facturación, aunque ésta se encuentra repartida de forma equilibrada a lo largo del ejercicio.
“Para nosotros la Navidad es una época de grandes ventas”, han señalado desde la empresa, motivo por el que tienen por costumbre lanzar en estas fechas una campaña especial de publicidad.
La llegada de este producto a los hogares fue responsabilidad de Álvaro Azpeitia, un empresario guipuzcoano que dada la crisis que vivía el mundo de las angulas tradicionales viajó a Japón a finales de la década de los 80 y allí conoció la pasta de pescado (llamada habitualmente surimi) con la que se elaboran las gulas.
La historia está relatada en el libro “La increíble historia de la gula”, de Álvaro Bermejo, quien explica cómo el surimi -palabra cuyo origen es japonés y significa “músculo de pescado picado”, según la compañía- acabó convirtiéndose en la salvación de Aguinaga, que toma su nombre del municipio vasco donde tiene su sede.
Desde las Navidades de 1991, cuando fueron lanzadas al mercado -a un precio sensiblemente más bajo al de las angulas naturales-, el producto fue dándose a conocer hasta ser en un artículo habitual en los lineales. | EFEAGRO