Las sopas frías están de moda en España y mueven 45 millones de litros al año

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Las sopas frías están de moda | Foto: J. L. C.

El sector de las sopas frías, con el gazpacho como producto estrella, cotiza claramente al alza en España y gana cada vez más espacio en el lineal de los supermercados con un creciente número de referencias, tipos y sabores.

Además del tradicional gazpacho de tomate, el consumidor encuentra ahora con facilidad el mismo plato con sabor a fresa, mango o cereza; pero también el salmorejo, el ajoblanco o la vichysoisse, entre otros, presentados normalmente en formato botella de plástico o “brick”, e incluso en dosis individuales.

Esta industria mueve anualmente en torno a 45 millones de litros únicamente en grandes superficies -casi un litro por habitante-, lo que se traduce en ingresos por valor de 92 millones de euros, y la tendencia positiva se mantiene también este año de acuerdo con las cifras que maneja la consultora Nielsen.

Los últimos datos recogidos por dicha consultora apuntan a que entre junio de 2015 a junio de 2016 se registró una subida superior al 5,5 %, tanto en volumen de ventas como en valor.

Esta tasa de crecimiento no es mayor porque este verano -la época del año durante la que se consume el 75 % del total- llegó más tarde que en el ejercicio anterior, según la misma fuente, que valoran las sopas frías como “uno de los productos de alimentación que muestran un crecimiento más destacable”, con tasas hasta cinco veces superiores a la media general.

El potencial de este tipo de productos es tal que a las marcas tradicionales (como Alvalle o Don Simón) se suman prácticamente todas las marcas blancas y novedosos productos gourmet.

Ajoblanco de El Aguarde  Foto: J.L.C.
Ajoblanco de El Aguarde Foto: J.L.C.

Los números de Nielsen confirman que las sopas frías están de moda: en 2015 un tercio de los hogares españoles las compraron en el supermercado, un 13,5 % más que el año anterior.

Los consumidores de las grandes ciudades son el cliente más fiel a este tipo de productos, vistos como una alternativa saludable y que no requiere preparación, en contraste con el porcentaje que baja al 23 % en Andalucía, donde es tradición cocinarlo en casa.

“El hecho de que las sopas frías, y el gazpacho refrigerado como abanderado, sean productos de la dieta mediterránea y que estén listos para consumir, ahorrando tiempo en la cocina, nos sitúa en tendencia de consumidor por una alimentación más saludable y fácil de preparar”, explican a Efeagro fuentes de la firma Alvalle.

La compañía es líder del sector con una cuota superior al 35 % y dedica la mitad de su producción -salida de sus instalaciones en Murcia- a la exportación, con países como Francia, Bélgica, Portugal, Alemania o Reino Unido como principales destinos.

De un “gigante” con años de experiencia como Alvalle -que pertenece a la multinacional PepsiCo- al caso de Collados, una empresa familiar dedicada a la restauración y que desde hace apenas unos meses comercializa en diferentes cadenas sus gazpachos gourmet.

“No nos lo creemos, cada día hay más pedidos y ha tenido muy buena aceptación”, detalla a Efeagro una de las responsables de la firma, María del Mar López Cano, quien asegura que el gazpacho “está de moda”.

gazpacho_1Su estrategia ha sido llevar al supermercado lo que ya ofrecían en sus restaurantes: fresón de Palos de la Frontera, mango de Motril y cereza del Jerte convertidos en protagonistas de sus gazpachos.

“Lo pasteurizamos para que aguante un poco más, pero los ingredientes son los mismos que utilizábamos en los restaurantes (…) Además, es un tipo de gazpacho que no todo el mundo haría en casa, ya que hay que pelar la cereza, quitarle el hueso…”, afirma.

Grandes o pequeñas, las compañías del sector coinciden a la hora de señalar como principal reto lograr vender sopas frías durante todo el año para sortear la estacionalización, y citan lo ocurrido con las ensaladas como ejemplo a seguir. | Oscar Tomasi | EFEAGRO