El Hotel Bahía del Duque reabre su restaurante “La Trattoria” tras varias semanas sometido a la renovación de sus instalaciones y la confección de un nuevo menú, diseñado por el chef italiano Simone Millico, embajador de la gastronomía italiana en España, titulado con el Cinque Ctelle d’Italia, que distingue a un cocinero como especialista a nivel técnico y de uso de productos italianos y certificado por el GVCI e ItChefs.
El equipo de imagen del Hotel, dirigido por Raúl de la Rosa, ha realizado una actualización del espacio en la que se ha modificado la disposición de algunos elementos para ampliar las dimensiones del comedor. Además, se han actualizado las tonalidades en paredes y carpintería en todas sus ventas y puertas, junto a la renovación del mobiliario.
Con este cambio la distribución actual del restaurante queda dividida en tres espacios diferenciados. Destaca la zona de la entrada principal, en la que se encuentra la barra, presidida por una gran lámpara modelo “Sputnik” de los años 60 y donde se ha jugado con maderas y hierro para el mobiliario. Este espacio se integra con la zona de la escalera donde se ha colocado una mesa con seis sillas siguiendo las tendencias de vanguardia y fieles a un estilo industrial.
En la nueva carta destacan las materias primas y elaboraciones típicas italianas, en las que no pueden faltar la pasta fresca, la pizza o la Mozzarela di Bufala. Entre las especialidades de este nuevo menú confeccionado por Simone Millico destacan el Risotto de boletus e higado de pato; la Mozzarella tipo Burrata de Puglia con tomate cherry, Bresaola y caramelos de melón; los Linguine con carabinero, ajo, tomate y vino blanco y la Panna cotta con reducción de guindas italianas (Amarena Fabbri), helado de ricotta y crumble de chocolate.
El segundo espacio, perfectamente distinguido del resto de la sala y calificado como patio italiano interior, está basado en la tradición interiorista italiana, con suelos hidráulicos, sillas de madera decapada, piezas decorativas de barro y cerámica tradicional, combinados con árboles de laurel típicos de la zona de la Toscana.
Y por último, el comedor principal marca la apuesta de la tendencia actual con una sillería que recuerda a los restaurantes italianos de los años 50 y 60, en cuyas paredes cuelgan fotografías de elementos diversos que hacen referencia a la identidad del país, desde edificios emblemáticos como el Coliseo Romano, un paisaje de la Costa Amalfitana, una emblemática moto Vespa, un queso parmesano o un campo de centenarios olivos.