“Al que no le guste el champán es que no ha encontrado aún el suyo”

 

 

Jordi Melendo | Foto: J.L.C.
Jordi Melendo | Foto: J.L.C.

Jordi Melendo, experto en esta bebida francesa, presentó su nueva guía en Santa Cruz con más de 600 referencias

Jordi Melendo es uno de los hombres que más sabe de champanes en todo el mundo y ha venido a Santa Cruz de Tenerife para presentar la guía de esta bebida francesa que lleva su nombre y que es una referencia para 500 millones de hispanohablantes. La guía, que se elabora por un comité de cata compuesto por destacados profesionales, aborda 600 marcas de champanes que representan a 5.000 pequeños productores y 43 cooperativas.

Melendo, cuya vida está condicionada por las excelencias del champán, optó un día por embarcarse en esta aventura que ya se ha convertido en una pasión y que le ocupa incluso en sus días de vacaciones.

La presentación a los medios de comunicación tuvo lugar en el restaurante San Sebastián 57, justo al lado de El Gusto por el Vino, de Toño Armas, donde tuvo lugar la presentación oficial.

Melendo es desde el año 2011 embajador de este vino francés en España, cargo que asume con la responsabilidad y la pasión que le corresponde. Afirma que “al que no le guste el champán es que todavía no ha encontrado el suyo”.

La guía Melendo ha entrado ahora en su segunda edición y también cuenta con una versión on line para aquellos que estén interesados.

Alberto Margallo, chef del restaurante Sebastián 55, elaboró un menú especialmente acorde con los champanes que se iban a degustar en la comida, que por cierto recibió palabras de elogio de Melendo. Margallo presentó algunos platos excepcionales como son el carpaccio de gamba de Huelva con un marinado oriental, exquisito o un atún a modo de sashimi, con toques agrios y picantes, chipotle canario  y arbequina.

A continuación, eligió como segundo pase unas gyozas de lechazo, setas de temporada y crema de fruta y una vieira al grill con ali-oli de ajo negro, daikon y papita antigua. Un cherne a la media sal con caldo de cocido suave, y solomillo al pesto, dieron paso a la piña colada, un refrescante final. | José L. Conde