La complicada elección de la mejor copa para el vino

Las copas han sido diseñadas para disfrutar mejor de los vinos | Foto: Andrés Gutiérrez
Las copas han sido diseñadas para disfrutar mejor de los vinos | Foto: Andrés Gutiérrez

La cristalería Riedel, considerada el Ferrari de las copas, presentó sus nuevos diseños

Si ya es difícil elegir un vino para un momento determinado, cómo será escoger también la copa adecuada para el mismo. Esta es la enseñanza que te proporciona la Experiencia Riedel, que fue presentada esta semana por El Gusto por el Vino, en colaboración con el Club de Gastronomía de la Cámara de Comercio.

Philippe Guillon, en representación de la cristalería austriaca, junto a Toño Armas, de la distribuidora de vinos, mostraron cómo tres vinos según la copa que se utilice cambian totalmente de olor, sabor e incluso de entrar en contacto con el paladar.

Guillon comenzó la presentación demostrando cómo el agua mineral en las diferentes copas ofrecía diferentes frescuras al entrar en contacto con la punta de la lengua o la boca.

Para la demostración se utilizaron los vinos Enate, un chardonnay de 2014; un Robert Mondavi, de Oakville (Estados Unidos) de pinot noir y un Marqués de Griñón cabernet sauvignon de 2011. Y cinco copas específicas con la degustación, la de chardonnay, la pinot noir, la XL de syrah y la XI de cabernet sauvignon. Guillon fue explicando cómo el producto, según la copa, varía de entrada el aroma, que en algún caso llegó a perderse; el contacto con la boca o, por último, el sabor que puede llegar hasta a perder la elegancia. Por ejemplo, el Marqués de Griñón se muestra excelente en la XI de cabernet sauvignon del Marqués de Griñón y pierde fuerza con la XI de syray.

Philippe Guillon y Toño Armas, durante la cata de copas | Foto: Andrés Gutiérrez
Philippe Guillon y Toño Armas, durante la cata de copas | Foto: Andrés Gutiérrez

Esta ‘cata de copas’ es un ejercicio que deberían practicar los apasionados por el mundo del vino dado que los resultados son sorprendentes. Riedel, cuyas copas están consideradas como el Ferrari del mundo de la cristalería, trabajó durante mucho tiempo en esta colección. Eso sí, una vez realizado este ejercicio hay que abandonar la clásica distinción de que el tinto requiere una copa grande, más pequeña para el blanco y alargada para el champagne. | José L. Conde