Martín Suárez confecciona vajilla única para los grandes restaurantes
La gastronomía abarca muchas actividades económicas y entre ellas figura sin duda la vajilla, los vasos, las bandejas, recipientes para colocar diferentes salsas o mantequillas, y un largo etcétera. Este mundillo es que el que ha concentrado los trabajos del artesano ceramista Gonzalo Martín Suárez, nacido hace 41 años en La Orotava.
Desde un pequeño taller, situado en las medianías de este municipio, Martín diseña y elabora piezas que después se colocaran en las mesas de los restaurantes más importantes de la Isla. Entre ellos figura el M.B, de Martín Berasategui, en The Ritz Carlton-Abama, de Guía de Isora; en los locales de Armando Saldanha, en el Museo de la Naturaleza y el Hombre o en el Amorcito Corazón; en los platos de Braulio Simancas, en Las Aguas, del Bahía del Duque, en Adeje y El Rincón de Juan Carlos, de los hermanos Padrón, en Los Gigantes (Santiago del Teide). Pero la fama de su trabajo también le ha supuesto encargos para el nuevo Aponiente, en Puerto de Santa María (Cádiz), del chef Ángel León.
Martin Suárez que, en su día, abandonó la realización de sourvenirs para las ferias locales por la realización de estos elementos necesarios para los chefs de vanguardia, habla con entusiasmo de esta nueva actividad. En su taller elabora cualquier cosa que piden los cocineros, con los que trabaja, codo con codo, hasta encontrar el plato perfecto. Señala que el cocinero Erlanzt Gorostiza del M.B quería un plato en cuyo interior hubiera hielo seco que luego, al añadir líquido, el humo saliera por diferentes orificios de la base del plato como si fueran las fumarolas de un volcán. “Este trabajo costó hacerlo pero al final se logró el efecto que queríamos conseguir”, afirma. En las estanterías del taller se muestran algunos de los platos que están pendientes de entrega o pruebas que han quedado atrás. Hay algunos platos curiosos como por ejemplo uno con forma de pez y en cuya fondo aparece reproducido el esqueleto del animal o otra cerámica que refleja la arena negra de la playa tras la bajada de la marea, etcétera.
A Martín Suárez le cambio la vida cuando realizaba un curso de ceramista y nuevas técnica en el Museo de la Naturaleza y el Hombre y se tropezó con Armando Saldanha. Fueron los primeros encargos y desde entonces ha ido aumentando la nómina de chefs que le confían los diseños de su nueva vajilla. Eso sí, espera pronto sentarse en alguno de los comedores para disfrutar de los platos de los chefs estrella.| José L. Conde
