Mafivinos, distribuidores de bodegas Peique, situada bajo el Castro de la Ventosa, en Valtuille de Abajo en El Bierzo (León), ha organizado una cata este jueves 15 de octubre, en la Tasca Casa de Oscar, en la calle Herradores, número 66 en La Laguna, en la que hay que reservar dado el aforo limitado.
Bodegas Peique cuenta con un amplio parque de barricas de las más prestigiosas tonelerías (50% francés, 40% ruso, 10% americano) en el que se produce la crianza, con tostados medios y ligeros. Porque para el equipo técnico de Bodegas Peique, la mencía necesita una madera suave, que destaque su fruta y respete su identidad. La renovación de barricas se realiza cada cuatro años, salvo en el caso del Peique Selección Familiar que se hace anualmente.
En una zona de minifundio, donde apenas hay diferencias entre las fincas de diferentes bodegas, la distinción hay que hacerla en el trato del viñedo y a la hora de elaborar el vino, de ahí que la experimentación e investigación sean conceptos fundamentales en la definición del vino. Así, se prueban constantemente nuevas tonelerías para llegar a definir cuáles son las ideales para la uva y nuestra forma de entender los vinos.
Para Bodegas Peique cada cosecha es diferente. A pesar de que a día de hoy se toman las cosas con más calma que hace diez años, eso no implica que cada vez que presentan un vino al mercado no sea un nuevo examen. Porque el vino es un elemento vivo, en constante evolución, y el manejo del viñedo, el clima y la elaboración del vino hacen que cada añada sea distinta. Además, nunca se sabe cómo puede responder el mercado. Por eso, en ese periodo de reflexión posterior a la vendimia, se tienen que tomar decisiones. Según Jorge, tienen la suerte de que al estar en una bodega familiar, con un volumen pequeño es posible rectificar y no es necesario sacar al mercado miles de botellas que no cumplen con las expectativas. Todo el proceso es más sencillo de controlar, desde el viñedo hasta el punto de venta.
En opinión de Jorge, para saber a dónde quieres llegar, el secreto está en no dejar de aprender. Se trata de probar infinidad de vinos para saber lo que se está haciendo y lo que demanda el consumidor. Hay que intercambiar opiniones con otros enólogos, bodegueros y consumidores para poder evolucionar.
Y en Bodegas Peique se ha evolucionado. Primero fue el Peique Tinto Joven, luego el Peique Viñedos Viejos (12 meses en barrica) y después el Selección Familiar (18 meses en barrica). En 2010 asumieron un triple reto enológico: un joven roble de crianza corta (8 meses en barrica); dedicado a su abuelo, Ramón Valle y la nueva apuesta por el Godello y el rosado, los frescos de Peique para ayudar a combatir el calor y completar la gama de vinos de la bodega, una petición de los fieles de Peique.
Próximamente saldrá al mercado un vino fermentado en barrica y con 18 meses de crianza, que se espera será el broche definitivo que complete la gama de vinos de la bodega. Su nombre es una clara apuesta por el compromiso de máxima calidad: Luis Peique.