Dos palillos, un asiático para disfrutar en Barcelona

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De la mano del ex elBulli Albert Raurich, ofrece en el barrio de El Raval una cocina de mercado con platos bien trabajados

Si ya es difícil encontrar una aguja en un pajar, todavía lo es más localizar el restaurante asiático Dos Palillos, en el barrio de El Raval, en Barcelona. Se puede pasar por delante tranquilamente y seguir caminando sin darse cuenta de que el local ha quedado atrás. Pero una vez dentro del comedor, de diseño asiático y, eso sí, con una barra con taburetes y cocina a la vista, se puede comenzar a disfrutar plenamente. Pero para reducir la posibilidad de perderse, el restaurante está ubicado en Carrer d’Elisabets, número 9, junto al hotel Barcelona Casa Camper.

El restaurante, que cuenta con una estrella Michelin, está a cargo del Albert Raurich, quien trabajara en la cocina de elBulli, y ofrece una carta con productos de mercado, es decir, que varía con frecuencia. Hay que advertir que son pocas las plazas que ofrece para comer, con lo cual lo conveniente es reservar con anterioridad.

La selección del menú fue realizada al azar sin acogerse al menú corto o largo, pero aconsejados también por el  personal del establecimiento. Se comenzó con tuétano teriyaki (tuétano de vaca vieja a la parrilla con katsnobushi); pescaditos atrapados en la red; tsukudani de hígado de rape y shiitake; rebozado chino de sesos de cordero con salsa agridulce; tempura de anémonas de mar; temaki de anguila braseada; dumpling de langostinos al vapor; wok de verduras tiernas; papada de cerdo ibérico a la cantonesa; mochi de cereza y ninyo yaki (buñuelo japonés con chocolate y jengibre).

Todos los platos se sirven en las cantidades adecuadas para compartir entre los comensales. La carta de vinos es discreta, con variadas referencias, y a precios razonables. También existe una relación de sakes o cervezas. La ubicación en la barra permite disfrutar de todos los pasos que se desarrollan en la cocina antes de servir los platos y además la posibilidad de preguntar si existe alguna duda o desconocimiento sobre alguno de los productos o de su elaboración. Un local que merece visitarse. | José L. Conde