El Nacional, de café teatro a macroespacio culinario

La escultura de un pescado sobrevuela el restaurante marino | Foto: J.L.C.
La escultura de un pescado sobrevuela el restaurante marino | Foto: J.L.C.

El establecimiento de Barcelona ocupa una superficie de 2.600 metros cuadrados y tiene capacidad para 700 comensales

Cada día está más claro que los espacios gastronómicos están de moda. Desde la apertura del Mercado San Miguel en Madrid se han ido sumado más locales en esta misma ciudad, pero también se han extendido a otras como Santiago de Compostela, aunque de espacios más reducidos, como es el Abastos 2.0, o el macroespacio El Nacional, en el paseo de Gracia, de Barcelona, con una superficie de 2.600 metros cuadrados y capacidad para 700 comensales. Tenerife lo intentó con el Mercado San Pablo, en La Laguna, que ha atravesado numerosas vicisitudes y hoy permanece cerrado.

El macroespacio El Nacional se ha construido en un edificio emblemático que ha sido café teatro, fábrica de tintes, multiconcesionario de coches antes de la Guerra Civil y finalmente aparcamiento.  La transformación realizada en este edificio con grandes cristaleras y pilares metálicos le dan al lugar un encanto singular, confortable y que retrotrae a épocas pasadas del modernismo, años 30 o 40, donde el glamour presidía las reuniones sociales.

Restaurantes especializados. Sobre el aspecto gastronómico hay que señalar que hay cuatro restaurantes especializados en carne, pescado, tapas y arroces y otro rápido delicatessen, que se complementa con barras especializadas en cerveza, vino, cava y cócteles y barra de ostras. Cuenta con un amplio horario, ya que abre sus puertas a las 12.00 del mediodía y cierra a la una de la madrugada. La proximidad con la plaza de Cataluña le sitúa como un lugar perfecto para atender la demanda de turistas que practican el shopping en la ciudad, pero también como punto de reunión para trabajo, o para disfrutar de una caña, un vermut, un cava o simplemente unas tapas antes de continuar con la jornada.

Hay que señalar que el éxito de estos espacios gastronómicos responde más bien a lugares donde el turismo tiene fuerte presencia, como es el caso de Barcelona. No cabe la menor duda de que los residentes en Madrid no hacen la compra diaria por ejemplo en el madrileño mercado San Miguel. Más bien son espacios gastronómicos, eso sí con buenas materias primas, que concentran una amplia, variada y singular oferta gastronómica. | José L. Conde