El crítico gastronómico Cristino Álvarez, más conocido como Caius Apicius por sus crónicas semanales en la Agencia EFE, ha ingresado esta misma semana en la Real Academia de Gastronomía tras leer un discurso en el cual se refirió a la peregrinación del Camino de Santiago y sus vinculaciones con el mundo del vino.
Álvarez recibió en la década de los ochenta el Premio a la Mejor Labor de Difusión de la Gastronomía, que concede Diario de Avisos. Gran amigo de Manuel Iglesias, quien coordinó estas páginas hasta su fallecimiento en junio de 2012, ha seguido colaborando puntualmente en los suplementos que se editan tras la entrega de estos galardones. El crítico gastronómico, aunque ya pertenecía a la citada academia desde hace diez años, ha vuelto a leer el discurso, obligado para sus miembros al transformarse en Real Academia.
Sus crónicas y acertados comentarios son referencia obligada para aquellas personas interesadas en el mundo de la cocina. Álvarez fue presentado en el acto por Juan Echanove quien destacó los principales valores que representa este periodista. | J. L. C