Alberto González, enólogo, afirma que nuestro deseo es conseguir vinos tintos de alta gama y gran calidad”
Alberto González, enólogo de Bodegas Rubicón, ha manifestado su oposición al Arbitrio sobre las Importaciones y Entrega de Mercancías en Canarias AIEM ya que pone trabas para competir con calidad.
-¿Desde que Bodegas Torres se hecho cargo de la comercialización del vino qué mejoras se han introducido en el producto?
“Se ha modernizado la imagen de la etiqueta y la botella. También se ha mejorado la calidad de los vinos, a la vez que se ha diferenciado en dos líneas. Una es Rubicón, y la otra, Amalia, que es de alta gama, y que recibe el nombre de la nieta de Germán Jacinto López Figueras, propietario de la bodega”
-¿Qué proyectos piensa desarrollar en el futuro con este vino y en la isla de Lanzarote?
“Bueno, por un lado, seguir la línea de vinos dulces, vamos muy bien hay numerosos premios nacionales e internacionales que así lo reflejan, y, creo que todavía queda mucho por hacer. También desarrollar el potencial que tienen algunas variedades que son inéditas en Lanzarote, pero que están en pequeña producción para obtener vinos únicos y diferentes. Nuestro deseo es conseguir también tintos de alta gama, de gran calidad. Ahora hay pocos pero hasta diciembre no salen al mercado. Va a dar mucho que hablar. Hay que trabajar mucho este tema porque quizás es donde más flojo estamos”.
– ¿Cuál es la producción prevista para este año en Rubicón?
“En 2013 hemos comercializado unas 150.000 botellas y ahora este año queremos duplicar esta cifra y seguir aumentando lentamente. Estamos consiguiendo recuperar fincas abandonadas e ir incorporando nuevos viticultores, a los que les compramos la uva. Nuestro objetivo es asimilar los viñedos de la Bodega Rubicón y añadir otras aumentando nuestras producción y recuperando el paisaje de la Isla”.
– Hay muchas voces que se alzan últimamente en contra del Arbitrio sobre las Importaciones y Entregas de Mercancías en Canarias (AIEM) ¿Cuál es la postura que se mantiene desde la bodega?
“Bodegas Rubicón está en contra porque supone un impedimento, como siempre ha sido, a la libre comercialización de un producto y a la competitividad en calidad y en imagen. Las bodegas llevan tiempo manifestándose y no quieren este impuesto. Ni Rubicón, ni ninguna canaria, no conozco ninguna. El AIEM siempre ha sido un impuesto que no queremos que se imponga”.
– ¿Y como enólogo?
“Estoy totalmente en contra desde un punto de vista de poder competir con calidad, con originalidad, con la tipicidad de un producto, no a base de trabas como es este impuesto. Además pienso que sólo beneficia a unos pocos y no precisamente del sector del vino. No puedo opinar otra cosa. Es un engañabobos”.
-¿Qué aporta Bodegas Torres a Rubicón y a la inversa?
“Torres aporta a Rubicón la imagen y la seriedad en la distribución del vino. Es posicionar al producto en los mejores restaurantes y hoteles, lo que ayuda a la bodega a seguir avanzando y ser considerada una de las punteras de Canarias. Y a la inversa aporta precisamente el ingrediente canario que le faltaba”.
– ¿El reconocimiento internacional ya está avalado con varios primeros premios en diferentes certámenes?
“Efectivamente este año hemos recibido la Medalla de Oro en Berlín por el Rubicón semiseco; el Oro en París con el Amalia seco, y en Bruselas el primer premio para el moscatel dulce. Los certámenes de Los Realejos y La Alhóndiga (Tacoronte) también han reconocido nuestro trabajo. Y recientemente el Gran Baco de Oro en el Concurso de Vinos Jóvenes de la Unión Española de Catadores para el dulce de Rubicón”. | José L. Conde