Una alegría bajo La Cúpula

Rubén Cabrera
Rubén Cabrera

El restaurante de Jardines de Nivaria está a cargo del chef Rubén Cabrera

Muchas veces el cuerpo te pide darte una alegría, aplazar los sinsabores laborales y los problemas que son el pan nuestro de cada día. Una de las maneras de mitigar esta sensación es darte un buen homenaje en un restaurante. Y un opción puede ser sin duda La Cúpula del hotel Jardines de Nivaria, en Costa Adeje, donde oficia Rubén Cabrera y degustar un tibio cangrejo real asado al carbón vegetal, un plato que borda para sus clientes.

Pero el restaurante La Cúpula es bastante más. Nada más entrar en el comedor se percibe un ambiente cálido, adornado con antigüedades y unos cuantos  cuadros con reproducciones de diferentes cúpulas marca de la casa. Las fuerte presencia de maderas en techos y paredes, amplias mesas y cómodas sillas, crean una atmósfera que preparan al comensal para disfrutar de una buena comida.

En la carta figura como opción un menú degustación que han elaborado conjuntamente entre Rubén Cabrera y el chef belga Benoît Neusy, del restaurante L’Imperatif de una estrella Michelin. Otros platos corresponden a la creatividad de cocinero tinerfeño quien también aconseja los mejores platos que ofrece ese día.

Una reciente visita, y siguiendo los pasos marcados por Cabrera, degusté de entrada un buen magret de pato acompañado con frutas del bosque y albahaca limón. Luego vino uno de los platos emblemáticos de la casa: el cangrejo real asado al carbón vegetal, con toffee de malvasía y berenjena pochada con haba tonka, simplemente magnífico.

A continuación le tocó el turno a uno de los platos correspondiente al menú del dúo Cabrera-Neusy. Unas variaciones de tomates sobre humus de judías blancas con chorizo, verduras de otoño y lechugas con anchoas de Santoña, ingredientes de difícil armonía pero que, sin embargo, gusta mucho a los clientes del restaurantes en su mayoría franceses y belgas. El pescado fresco destaca en la carta y el día de la cena había un San Pedro con salsa de algas, sésamo y cebolla, que fue presentado en su punto justo de cocción. Un sorbete de mojito con aires de hierbabuena cumplió su función de limpiar el paladar para dar paso a la carne. Buey de Kobe, con curry de Jaipur y roquefort sutil, que resultó muy agradable. Finalmente, el postre, también creación de Cabrera, quien  preparó una crema de apio y mangostán con helado de plátano. Otro de los aspectos que hay que destacar del restaurante es un impecable servicio con especial atención y esmero hacia el cliente.

Cabrera se inició en el centro de Formación Profesional de Los Olivos, en Adeje, y posteriormente empezó a trabajar en el hotel Jardines de Nivaria, con diversos periodos formativos en los restaurantes de Juan Mari Arzak, Mugaritz o L’Imperatif, todos con ellos premiados con estrellas Michelín.

Precisamente ayer mostraba sus habilidades en el concurso Cocinando nuestros sabores,  que organiza el Basque Culinary Center, y que patrocina Eroski. El chef tinerfeño presentará su propuesta de cochinillo negro canario lacado en su entorno, que será juzgado por más de cien cocineros en las mencionadas instalaciones vascas. A la hora del cierre de la edición de esta página todavía no se conocía el nombre del vencedor de este certamen cuyo primer galardón está dotado con 9.000 euros.

Sin duda un cocinero al que hay que seguir los pasos para ver que sorpresas depara. | José L. Conde