La reinvención de la casa de comida

 

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Los hermanos Mosegue, con Verónica Fernández en sala, revolucionan los anteriores conceptos de cocina y servicio del restaurante La Bloquera, en Los Realejos

Tres personas jóvenes, incluso hasta muy jóvenes, asumieron en septiembre de 2010 el noble reto de reflotar y a la vez reconvertir un negocio de restauración tradicional, el restaurante La Bloquera, en Los Realejos. Casi tres años después, con mucho esfuerzo, dedicación y todo bañado de “entusiasmo”, “alegría” y “buen rollo”, se puede decir que lo han conseguido. Los hermanos José Antonio y Luciano Mosegue, este último como maestro de asados, y Verónica Fernández, en tareas de sala, han logrado, y no es una exageración, reinventar el modelo local de casa de comida. La línea de meta ya la han superado con una apuesta nítida y sencilla por la calidad culinaria, con la definición de un comedor sobrio pero agradable y con la atención cercana, humilde y honrada a toda la clientela.

Estos parámetros y conceptos, asumidos desde el inicio de la singladura por ese trío de ases, se han concretado en una forma de concebir y gestionar el restaurante La Bloquera que, por ahora, solo ha dado alegrías. Como asegura José Antonio Mosegue, “nos está yendo bien”, y lo dice con la cara iluminada de felicidad.

BLOQUERA_2En el restaurante La Bloquera los platos que se ofrecen son los de toda la vida, aunque riquísimos y con unos precios muy competitivos. No solo se come bien, aunque se trate de una carta tradicional, sino que el bolsillo también sale contento. En La Bloquera, situado en la carretera general que une La Montaña con el Realejo Alto, en el barrio de La Zamora (922 342 253), la parada para chascar jamás pasa inadvertida. Y es que hay de todo: platos de cuchara, con buenísimas garbanzas y sopas, todos siguiendo recetas familiares que en algunos casos enseña la mamá de los Mosegue, Yaya; exquisitos entrantes, con queso a la plancha, surtido de mojos y salsas; pan bien seleccionado, y hasta setas empanadas… A lo dicho se suman las grandes especialidades de la casa, siempre “con precios muy ajustados”, recalca José Antonio, que tienen mucho que ver con la tradición, con lo que era el negocio central de La Bloquera antes de iniciarse la nueva era. La tradición se mantiene y pasa por las carnes a la brasa, siempre con leña, con sabrosos y tiernos bichillos de cerdo, costillares, pollos y solomillos de vacuno, estos los fines de semana. Y con papas fritas de lujo, naturales, por supuesto. Aparte de tal variedad, previo encargo, los regidores se atreven a casi cualquier cosa, igual que con las celebraciones y la confección de menús a demanda.

La Bloquera lleva tres años de moda, de lo que han tenido la culpa los hermanos Mosegue y Verónica, y el apoyo familiar que han tenido en todo momento. Se han apuntado un tanto y deben estar contentos por haberlo logrado. Ya solo les queda hacerlo bien siempre (facebook.com/bar.bloquera). | Román Delgado