Los Master of Wine descubren con asombro los vinos canarios

Roberto Santana, de Envínate, en sus viñedos de Anaga junto al consejero de Agricultura y algunos de los Master of Wine que recorrieron la isla| Foto: Fran Pallero
Roberto Santana, de Envínate, en sus viñedos de Anaga junto al consejero de Agricultura y algunos de los Master of Wine que recorrieron la isla| Foto: Fran Pallero

La expedición recorrió en tres días más de 100 bodegas de La Palma, Lanzarote y Tenerife y pudo degustar cerca de 280 producciones vinícolas de las DO del Archipiélago

Los viñedos de Taganana del Grupo Envínate y los de Altos de Trevejos en Vilaflor fueron las últimas visitas que realizaron los once Master of Wine que, comandados por Pedro Ballesteros, visitaron la semana pasada Canarias para conocer los vinos que se producen en las islas.

La expedición, procedente de varios países, descubrió asombrada la calidad de nuestros vinos, pero también unos paisajes todavía más desconocidos, sobre todo por su diversidad, no sólo de una isla a otra, sino también dentro del propio territorio insular.

Enrique Alfonso descorcha algunos de sus vinos para la cata en la finca Altos de Trevejos | Foto: J. L. Conde
Enrique Alfonso descorcha algunos de sus vinos para la cata en la finca Altos de Trevejos | Foto: J. L. Conde

Ballesteros fue la persona que organizó este viaje conjuntamente con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Gestión del Medio rural, ICCA y Proexca. Durante los tres días se programó la visita a las islas de La Palma, Lanzarote y Tenerife con un programa muy intenso. El balance fue que conocieron in situ más de un centenar de bodegas y se cataron alrededor de 280 vinos, procedentes de todas las DO del Archipiélago, señaló José Díaz Flores, del ICCA.

Ballesteros, de madre y padre nacidos en Gran Canarias, destacó a este periódico que la misión de la visita no era recuperar la época en que Canarias era una gran exportadora de vinos, sino dar a conocer a gente prestigiosa que luego sea prescriptora de estos vinos, de estos paisajes, de esta diversidad, de estas viñas centenarias y que se ponga a hablar de ellos. “En la historia del mundo siempre ha pasado que cuando un extranjero elogia algo tuyo, tú lo quieres más, esta es la razón de este viaje para que el canario valorice lo que tiene desde la mirada del otro”. Destacó que, si bien el grupo es heterogéneo, todos sin excepción quedaron admirados y muy positivamente sorprendidos con una viticultura heroica, dada la orografía y las peculiaridades de las Islas, con un valor único. “Ellos que conocen bien España, sin embargo, les cuesta entender cómo han ignorado estos paisajes”, reflexionó Ballesteros.

Los Master of Wine se quedaron sorprendidos con una viticultura heroica, dada la orografía y las peculiaridades de las Islas | Foto: Fran Pallero
Los Master of Wine se quedaron sorprendidos con una viticultura heroica, dada la orografía y las peculiaridades de las Islas | Foto: Fran Pallero

Entre las anécdotas del viaje hay dos que precisamente no ponen bien a los canarios a la hora de promocionar sus vinos. Una de ellas es un recorrido por la calle del Castillo de Santa Cruz para tomar una copa de vino de la islas, objetivo que no consiguieron, y la otra en Los Cristianos donde vendían malos vinos de fuera en vez de los de la región. Dos situaciones que nos deben hacer reflexionar si de verdad queremos potenciar nuestros productos.

Ballesteros señala que todavía nos quedan muchas cosas por aprender y también por sentirmos orgullosos de estos paisajes, de estas viñas y si uno invita a unos amigos a casa tener la certeza de que quedará bien si le ofrece un vino canario. “Además tenemos que valorizarlos no solo por la importancia de mantener el paisaje sino también frente al monocultivo del turismo como fuente de creación de puestos de trabajo” indicó.

El último día de la expedición se empezó visitando una finca de Taganana, del Grupo Envínate en el que participa Roberto Santana, y luego la de Altos de Trevejos, en Vilaflor de Enrique Alfonso. Dos visiones distintas pero complementarias de las viñas de la isla.

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