Del plató al restaurante

Pepe Rodríguez no oculta que, a El Bohío, le ha venido muy bien su papel como jurado de "MasterChef" | Foto: J.L.C.
Pepe Rodríguez no oculta que, a El Bohío, le ha venido muy bien su papel como jurado de “MasterChef” | Foto: J.L.C.

Los concursos culinarios televisivos se han convertido en un trampolín para que cocineros, profesionales o amateurs, abran sus propios restaurantes

Los concursos culinarios televisivos se han convertido en un trampolín para que cocineros, profesionales o amateurs, abran sus propios restaurantes, a los que muchos comensales acuden no sólo por la comida sino también en busca de la foto con el afamado chef.

El último en debutar ha sido Carlos Maldonado, ganador de “MasterChef 3” y concursante de “Cocineros al volante”, que acaba de abrir su propio restaurante, Raíces, en su ciudad natal, Talavera de la Reina (Toledo), que compagina con su gastroneta.

Con el máster en Cocina Técnica del Basque Culinary Center (BCC) ganado en “MasterChef” bajo el brazo, Maldonado ofrece en Raíces una cocina que aúna “tradición, vanguardia y mundo” expresada en creaciones como el steak tartar con helado de pimientos de Padrón o la carrillera de cerdo con maíz frito sobre tres texturas de setas.

John Barrita es el último proyecto del cocinero Javier Estévez, esta vez asociado con el panadero John Edward (La Panotheca), que dos años después de participar en “Top Chef” dejó El Mesón de Doña Filo para independizarse con La Tasquería, un templo casquero en Madrid que le ha valido premios como Cocinero Revelación 2016.

Estévez, en su restaurante La Tasquería | Foto: J.L.C.
Estévez, en su restaurante La Tasquería | Foto: J.L.C.

Con la reciente apertura de John Barrita incursiona en el mundo del bocadillo con propuestas como el pan de aceite con pollo confitado y ensalada o el pan de tomate con filete de ternera, mozarella y pimiento verde.

Uno de sus compañeros en la primera edición de “Top Chef” también emprendió el vuelo en solitario con Cobo Vintage, que abrió en 2015 y que un año después logró la primera estrella Michelin de Burgos.

Marcel Ress estaba al frente de la cocina de Simply Fosh cuando logró una estrella Michelin en 2015, año en el que se convirtió en ganador de “Top Chef 3” y dejó el restaurante de Palma para emprender sus propias aventuras gastronómicas, que han culminado este año con la apertura de Sa Fàbrica en Inca (Mallorca).

Este alemán de corazón mallorquín asegura que su objetivo es “poner en boca de todos platos sencillos elaborados con productos de primera categoría y con mucho cariño” en una cocina a la vista del comensal, “para que puedan contemplar al ‘top chef’ emplatando y dirigiendo a su equipo”, dicen en su web.

Una temporada antes concursó el salmantino Fran Vicente, entonces jefe de cocina de Coque y hoy director gastronómico de El Sainete, un restaurante de Madrid consagrado a la cerveza con 140 referencias distintas que acompañan su “cocina tradicional renovada y de producto”, y a punto de afrontar un proyecto como chef ejecutivo del que todavía no puede avanzar nada.

“El concurso me dio una visibilidad que me ha abierto muchas puertas profesionalmente hablando”, dice a Efe, ya que es habitual que a los exconcursantes les llamen “de muchos sitios para hacer bolos”, aunque aconseja “no pensar que eres Ferran Adrià y aprovechar el momento para tu carrera”.

Carlos Maldonado y su gastroneta
Carlos Maldonado y su gastroneta

“De ser un cocinero anónimo que has forjado tu carrera con esfuerzo pasas a ser popular, te paran por la calle, te cuesta asimilarlo. Creo que incluso el programa debería tener psicólogos que ayuden a asimilarlo. Pero la gente no conoce tu cocina y sí a ti, y estás muy expuesto, recibes muchas críticas”, comenta.

Emil Samper concursó en 2014 en “MasterChef” y allí concibió Crudito, que abrió sus puertas el pasado mayo en el madrileño barrio de La Latina y propone platos en los que utiliza superalimentos, de influencia asiática y “con la mínima intervención del producto, por lo que muchos son crudos”, detalla a Efe.

Con una “mesa-degustación” en la que cocina ante 9 comensales, un salón y una barra de sushi, “entre un 20 y un 30 % de los clientes” acuden porque les entusiasmó su imaginativa y elegante forma de cocinar en el programa. “Ayuda salir por la tele, pero si la cocina no es buena, no se vuelve”, advierte.

El cocinero Richard Alcayde también ha sabido aprovechar el tirón de “Top Chef”, en cuya última edición concursó y tras la que dejó su puesto como chef ejecutivo del grupo La Pesquera, abrió su propio restaurante, Coco Bambú en Torremolinos y es el responsable de la carta del renacido Montana de Málaga.

Marcel Ress | Foto: Diario de Mallorca
Marcel Ress | Foto: Diario de Mallorca

No sólo los concursantes. Pepe Rodríguez Rey no oculta que, a El Bohío, con una estrella Michelin en Illescas (Toledo), le ha venido muy bien su papel como jurado de “MasterChef”. La cocina sigue siendo la misma, pero de años duros con la sala vacía ha pasado a llenarla de comensales no sólo atraídos por su revisión de la cocina tradicional, sino a la busca de fotos y autógrafos.

Antes de ser personaje televisivo Alberto Chicote deslumbró con su cocina de fusión en Nodo y Pan de lujo, que dejó en 2012 para centrarse en “Top Chef” y “Pesadilla en la cocina”. En 2014 abrió en Madrid su primera taberna ‘japocañí’, Yakitoro, que cuenta ya con una segunda sede, y ha ampliado familia con la taberna Puertalsol, adonde reconoce que va “mucha gente” esperando verle, saludarle y hacerse una foto.

Ale Alcántara trabajó como asesor gastronómico en “MasterChef” y después como juez de “Cocineros al volante”. En 2015 abrió en Madrid Bache, su primera casa propia, en la que “mezcla su herencia gastronómica gaditana con técnicas de alta cocina y reminiscencias de sus viajes a lo largo del mundo”. | Pilar Salas | EFE