Vinos-refresco, frizzantes o wine mojito a la caza del consumidor millennial

El verano es la época en la que más crece el consumo de bebidas elaboradas a base de vino, como el vermú | Foto: J.L.C.
El verano es la época en la que más crece el consumo de bebidas elaboradas a base de vino, como el vermú | Foto: J.L.C.

Las bebidas de vino están provocando una metamorfosis en el mercado, de la mano de los nuevos consumidores, y el verano será una prueba de fuego

El mundo del vino vive una auténtica “catarsis”, con el lanzamiento de nuevas propuestas desenfadadas y frescas que se aproximan a la categoría de los refrescos, con más “burbujas” o que reducen o prescinden del alcohol, en la búsqueda de consumidores jóvenes abiertos al cambio, como los “millennials”.

Para el director del Observatorio español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael Del Rey, el verano es la época en la que más crece el consumo de bebidas elaboradas a base de vino, como sangrías, tintos de verano o vermut, a las que se unen referencias “frescas” y fáciles de beber, como blancos, vinos con baja graduación, espumosos y frizzantes, y rosados “claros”, en plena “revolución”.

“Son vinos frescos, agradables, ideales para el verano y para el calor, para el aperitivo o para acompañar la comida y todos están teniendo un gran éxito en el mercado, gracias en buena parte a la innovación, factor clave ahora y para el futuro”, ha subrayado.

Este tipo de productos “atinan” con nuevos consumidores, jóvenes y mujeres -añade- y con los tradicionales, abiertos a probar cosas en función del momento: aperitivo, comidas, media tarde, cenas…

Cordoníu respondió a las nuevas demandas del consumidor con una sangría tinta: Life is grape
Cordoníu respondió a las nuevas demandas del consumidor con una sangría tinta: Life is grape

“El vino ha dejado de ser un sector para los clásicos solamente y actualmente es otra cosa”; y “una vez que se ha abierto la espita de la innovación, podrán salir todo tipo de nuevos productos”, comenta.

El director Nacional de Ventas de González Byass, Juan Carlos Zorio, ha constatado que “los vinos de baja graduación, blancos, rosados y cavas, entre otros, triunfan hoy en día”.

González Byass cuenta con una diversificada gama de productos clásicos en el mercado, pero van ganando peso propuestas de baja graduación, como Fragantia Nº6 y Fragantia Nº9 de Finca Constancia.

En el caso de BACH (Cordoníu), respondió a las nuevas demandas del consumidor con una sangría tinta (“Life is grape”) y un vino frizzante de baja graduación (“Let it frizz”), ideado para jóvenes.

Freixenet sorprendió, asimismo, con apuestas originales, como la colección de “vinos frescos, jóvenes y afrutados”, denominada “Mía”, de la mano de la enóloga Gloria Collell, un guiño a las mujeres.

J. García Carrión es otra de las grandes bodegas que incluye en su portafolio a los rupturistas espumosos “Charmat Moscato”, bajo la marca “Don Luciano”, que suma a las sangrías y tintos de verano.

La I+D+i no cesa en la categoría, como muestra el reciente lanzamiento de “Vinillín”, botellines que contienen bebidas con base de vino blanco, tinto y rosado, con burbujas y baja graduación alcohólica, en venta tanto en bares como en grandes superficies.

Lanzado en junio de 2016, sus impulsores pretenden comercializar hasta 10.000 botellines este verano, avanzan a Efeagro.

“Hemos detectado una necesidad de renovar el sector del vino y sacar al mercado productos con un aire joven, fácil de beber, pocos grados alcohólicos y con una imagen divertida y creativa”, remarcan fuentes de la compañía comercializadora de Vinillín, Foobespain.

Sobre el perfil del consumidor, esta firma apunta a “chicas y chicos jóvenes, con una edad comprendida entre 18 y 30 años”.

La bodega Vicente Gandía centraliza en su marca "Sandara" su gama de espumosos: blanco, rosado, tinto, wine mojito y sangría
La bodega Vicente Gandía centraliza en su marca “Sandara” su gama de espumosos: blanco, rosado, tinto, wine mojito y sangría

La bodega Vicente Gandía centraliza en su marca “Sandara” su gama de espumosos: blanco, rosado, tinto, wine mojito y sangría.

“La previsión para este verano es incrementar en más de un 30 % las ventas del 2016, que fue un año récord para nosotros. Sandara se ha convertido en una de las insignias con más importancia estratégica para la bodega”, subrayan a Efeagro.

La mayor parte de sus consumidores se engloba dentro de la nueva generación “millennial”, caracterizada por “la búsqueda de nuevas experiencias, inconformista y exigente, tecnológicamente avanzada e infiel a las marcas que no les ofrecen valor añadido”, agregan.

Las bebidas de vino están provocando una metamorfosis en el mercado, de la mano de los nuevos consumidores, y el verano será una prueba de fuego para medir el éxito de la categoría. | Ginés Mena | EFEAGRO