Mejorar la calidad de los quesos que se Producen en Gran Canaria, realizando una formación personalizada ‘in situ’, ya que serán los técnicos quienes se desplazarán a las queserías, y garantizando el seguimiento de todo el procedimiento de elaboración y curado del queso en cada explotación, es el objetivo de un novedoso Plan puesto en marcha por el Cabildo de Gran Canaria en el marco de las actividades formativas diseñadas por la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria. Una iniciativa novedosa para la cual se ha destinado una partida especial de 100.000 euros.
“Con este programa queremos desarrollar una doble función, por un lado, conseguir que los técnicos adscritos a esta iniciativa trasladen a los ganaderos todos los conocimientos que estos puedan precisar para mejorar sus explotaciones, pero también que esos mismos técnicos absorban los conocimientos de los productores para, a su vez, trasladar dichas experiencias a los futuros productores de quesos”, según ha puesto de manifiesto el consejero del área, Miguel Hidalgo.
Siete técnicos, cinco dependientes del Cabildo y dos de la Asociación Insular de Desarrollo Rural, se desplazarán a las queserías que inscriban en este programa cuantas veces sea necesario, “no es como cuando se imparte una formación reglada en la que hay una determinación inicial del número de horas que va a durar la misma; si un productor joven necesita más tiempo hasta conocer los fundamentos para la mejor elaboración del queso adecuado a la zona donde está trabajando, se le prestará mayor atención, y si otro sólo necesita implementar unas medidas concretas en cualquier fase de la producción quesera, el apoyo técnico se ajustará a esa necesidad”.
Para el consejero insular de Soberanía Alimentaria, este cambio en el sistema formativa está totalmente justificado por el ritmo de las propias actividades agrícolas y ganaderas que hace muy difícil que se abandonen las labores diarias para asistir a cursos por muy técnicos que sean.
“Además, en el caso de la producción de queso, buena parte de la labor la desempeñan manos femeninas que no sólo atienden al ganado y a la elaboración de los quesos, sino que además deben cuidar de sus familias; con este sistema consideramos que no sólo podemos darles información de última generación, sino captar la experiencia acumulada por los productores y conocer de primera mano sus necesidades”, apunta Hidalgo.
Para el consejero, “el queso es un producto excepcional que se sigue realizando de manera artesanal y es preciso poner en valor el trabajo de las personas que se dedican a este segmento; no se trata de industrializar los procesos sino empoderar al productor y que quién está realizando esta labor se sienta importante porque su experiencia, fruto de pasar de padres a hijos la manera de hacer las cosas, no se puede terminar perdiendo”. | Carmen Vecino