Más de 150 croquetas compiten en el concurso Croquemon Go

Cucurucho de croquetas | Foto: J.L.C.
Cucurucho de croquetas | Foto: J.L.C.

Una croqueta de chipirones en su tinta con forma de rosquilla, otra con sabor a donut, otras servidas en cubos y en carritos o un choque de tenedores con ellas pinchadas a modo mosquetero son algunas de las imágenes de las más de 150 que aspiran a llevarse el primer premio del concurso Croquemon Go.

La semana próxima se dará a conocer al ganador de entre todas las fotografías presentadas, dijo a Efe el periodista gastronómico Pepe Monforte, creador de esta parodia del célebre juego Pokémon Go, en la que los concursantes deben cazar croquetas en vez de monstruos.

El plazo de presentación terminó el 12 de agosto y el concurso ha conseguido una enorme repercusión en medios de comunicación y redes sociales ya que, además de promover la diversión gastronómica, ha servido para reivindicar la croqueta como producto tradicional y la calidad de los restaurantes de la provincia gaditana.

Un jurado oficial, elegido para la ocasión, será el encargado de determinar cuál de las más de 150 imágenes seleccionadas, todas ellas hechas en bares, restaurantes o chiringuitos de la provincia de Cádiz con una croqueta capturada como protagonista, se lleva el premio del primer certamen Croquemon Go, quien será agasajado con tres libros de gastronomía.

Monforte, autor de la frase “menos Pikachus y más gambachus”, ha dividido las fotografías en diez galerías con títulos tan variopintos como “La fiesta croqueta” o “Juerga croqueta”, que recogen algunas de las más divertidas imágenes, o “El anticristo croqueta”, que incluye algunas aberraciones, como bolsas de croquetas congeladas o algunas algo quemadas, para las que el autor lamenta no haber tenido crema hidratante para cuidarlas.

Croquetas del restaurante Thomas Algo? | Foto: J.L.C.
Croquetas del restaurante Thomas Algo? | Foto: J.L.C.

Entre las aspirantes destaca la presentada por Félix Ruiz, un choque de varios tenedores, todos ellos con un trozo de croqueta pinchada, en el bar Ultramarinos de Cádiz, que ha sido denominada como “Los siete croqueteros”, por su similitud con las espadas cruzadas de los mosqueteros.

Otros concursantes han utilizado imágenes de monstruos Pokémon, en diferentes variantes, como la presentada por Estefanía López, en la que se puede ver a un Charmander, un Pokémon de tipo fuego, tratando de llevarse una croqueta servida en un cestito en el restaurante Popeye de Chiclana.

Los participantes han aceptado el reto de Monforte componiendo imágenes de todo tipo, en plan “selfi” con los propios comensales, con la croqueta sola, mordida y sin morder, y en diferentes decoraciones, desde cubitos metálicos y minicarritos de la compra, hasta el tradicional papel de estraza con el que se venden las croquetas en los tradicionales freidores de Cádiz.

La idea ha gustado mucho a los hosteleros, que reconocen a Monforte que su idea ha fomentado en pleno verano el consumo de croquetas en sus establecimientos, de ahí que ellos mismos hayan querido enviar sus recetas, como las croquetas con sabor a donut que hacen en la confitería Hidalgo de Cádiz, o la croquerrosquilla que hacen en El Lucero, también en la capital gaditana.

Fuera de concurso también han llegado imágenes de croquetas caseras, hechas con las recetas más tradicionales, y también otras tomadas en establecimientos de varias partes del mundo, que, aunque no optan al premio, sí han sido difundidas dentro de la web www.cosasdecomer.es.

Tal ha sido la pasión despertada que Monforte asegura que ha nacido un nuevo movimiento artístico: el Croquetart, “basado en hacer obras de arte sobre la croqueta”, en la que destacan trabajos de gran creatividad como “El nacimiento de la croqueta”, un nido hecho con patatas fritas del que brota una croqueta recién eclosionada, obra de la pizzería Nonetto en San Fernando. | Pedro Espinosa | EFEAGRO