Nada más empezar diciembre a uno le entran ganas de comer langostinos. Es una tradición tan arraigada como adornar el árbol o poner el Belén en el salón de casa. Agustín M. Guerra se incorpora al grupo de Manducatoria con una original receta que puede ser un entrante sorprendente en las mesas navideñas. Es normal, es el primer chico del grupo y quiere dar el do de pecho, en este caso un buen sartenazo, ya descubrirán por qué. Allá vamos…
Ingredientes:
Dos o tres langostinos medianos por comensal
Aceite de Oliva Extra Virgen
Aceite de Trufa Blanca
Zumo de Media Lima
Pimienta
Sal Maldom (en escamas)
Brotes Tiernos
Frutas del Bosque (valen de temporada)
Elaboración:
Pelamos los langostinos y reservamos las cabezas para un uso posterior. Abrimos en canal cada individuo retirando su intestino y los colocamos sobre papel vegetal para horno añadiéndole un chorrito de aceite al papel para que no se peguen (2-3 unidades por comensal); colocamos nuevamente otro trozo del papel vegetal encima de los mismos para con una sartén de fondo pesado golpear y hacer una tortita fina; llevar al congelador (al menos 24 horas).
Sacar del congelador (al menos 1 hora antes de ser degustado) e iniciamos la maceración. Utilizaremos las cabezas reservadas extrayéndole sus jugos y depositándolos en un pequeño bol, al que añadiremos: 1/2 cucharadita de aceite de Trufa, un chorrito generoso de zumo de Lima y la ralladura de esta (muy poco); añadimos Aceite de Oliva extra virgen para crear la Vinagreta con la que de forma sutil maceraremos nuestro carpaccio al que le añadiremos pimienta, sal Maldom, los brotes tiernos a modo decorativo junto con las frutas del bosque. Volver a meter en la nevera hasta el mismo momento de la degustación.
Disfrutarlo con un buen vino blanco muy frío, cava ó champagne. O un tinto… si se tercia. Bon Profit. | Manducatoria | Agustín M. Guerra