Nada más verlo en copa, podemos deducir por su atractivo color -amoratado e intenso- que se nos presenta un vino estructurado y de buena persistencia.
Si nos acercamos la copa a la nariz y aspiramos un poco (copa parada) podremos descubrir el festival de aromas a frutos rojos de bosque, mora, zarzamora y cereza… pero cuando el vino empieza a abrirse es cuando ya podemos olfatear esas características más complejas que no sólo le da la variedad si no también el terreno y la barrica… Notas balsámicas, regaliz, toques muy sutiles de vainillina ligadas a una notas ahumadas muy sutiles.
Y por fin, la prueba final y tan deseada por todos, el gusto cuando entra en boca y nos expresa todo su sabor, redondo, tanino algo dulzón… y todas esas notas de nariz se traducen en boca siendo muy fieles a lo anterior, dándonos a entender que es un vino equilibrado en todos sus aspectos. De trago largo y de gran persistencia que nos invita a seguir tomando un vino pleno que no dejará indiferente a nadie. Recomendado para acompañar con carnes rojas potentes y entrantes grasos.
Bodegas Vallegarcia
Vino de la Tierra de Castilla – Retuerta del Bullaque
Unas de las bodegas de pago más emblemáticas de la península ibérica, situada en el centro de los montes de Toledo, utiliza uva 100% propia para la elaboración de estos exquisitos caldos, vinos conocidos por su carácter y complejidad, que conjugan entre sí la variedad y el terroir del mismo para ser uno. Las variedades presentes en sus vinos son la Viognier para los blancos y Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot para sus memorables tintos. | Christian Lorenzo. Sumiller de El Gusto por el Vino