El Jardín de la Sal

Salinas de Fuencaliente abre restaurante y comercializa nuevas sales de vino, mojo y limón

Hace 46 años, cuando nadie hablaba de los emprendedores, Fernando Hernández decide montar una industria salinera en el sur de La Palma contra todo pronóstico, ya que las salinas estaban en decadencia. Hernández, al que su familia define como un romántico, no sólo pone en marcha el proyecto, sino que sobrevive a la erupción del Teneguía que llena de cenizas la instalación. En la actualidad, Salinas de Fuencaliente prepara la apertura de un restaurante, El Jardín de la Sal, ha lanzado al mercado nuevo productos como la sal de vino tinto, mojo y limón y ha agotado la flor de sal de la cosecha 2012.

Andrés representa hoy a la tercera generación de la familia Hernández y espera con ilusión la apertura del restaurante, El Jardín de la Sal, a finales de este mes. La sal y el pescado serán los productos estrella sobre los que girará el establecimiento de restauración, al que se han incorporado los profesionales formados en la Escuela de Hostelería que conforman “un buen equipo”, al que ayudará el chef Pedro Rodríguez Dios.

Junto con el restaurante, Salinas de Fuencaliente construye también un Centro de Interpretación con contenidos museísticos, etnográficos y de información, cuya edificación se ha diseñado para que sea respetuosa con el espacio protegido, por lo que una parte estará bajo tierra. La inversión ha superado los 800.000 euros y pretende captar la atención de los turistas que se acercan a las salinas para ampliar las posibilidades de la explotación.

 

La explotación consiguió sobrevivir a la erupción del Teneguía, que llenó de cenizas parte de las salinas

 

Recoger la sal en el momento preciso. Las salinas siguen funcionando como siempre. De forma artesanal. El sol y que no sople mucho viento son los factores determinantes para obtener un buen producto que, según Andrés, hay que “recoger en el momento oportuno”. Ése suele ser a última hora de la tarde, “cuando te quieres ir a descansar y ves que se ha formado la capa de sal…”

Salinas de Fuencaliente produce 600 toneladas de sal y cinco de flor de sal, un producto al que la gastronomía ha colocado en un lugar destacado en el mercado. De hecho, el 50% de la producción se va directamente a Alemania, donde han sabido valorarla desde 2006. Además, en estos momentos es el producto “estrella” del escáner del aeropuerto palmero…

La empresa también ha querido sumarse a la eclosión de las llamadas sales gourmet y acaba de sacar al mercado nuevos productos como la flor de sal con vino tinto –que Andrés recomienda probar con chocolate negro-, con limón y pimienta –ideal para aliñar unos aguacates-, y con mojo rojo y verde, para carnes, pescados o quesos a la plancha.

Un aspecto importante de la empresa, además del cuidado del medio ambiente y la apuesta por el producto local es el apoyo a las personas con discapacidad. De ahí que acaben de formar un acuerdo con el Centro Especial de Empleo Destiladera,  S.L., para llevar a cabo procesos de manipulado y retractilado de cajas de cartón a modo de pack, para que posteriormente pueda ser utilizadas en la propia salina para envasar flor de sal.

Más información en: http://salinasdefuencaliente.es