Ñoquis de honestidad

 

Giuseppe Aloisio posa en el interior de su restaurante

 

El italiano Giuseppe Aloisio construye en el Convivio de Santa Cruz un espacio para estar en familia, repleto de buen rollo y que rebosa excelente cocina hecha con manos artesanas

El éxito de Giuseppe Aloisio, de 45 años, nacido en Sicilia (Italia) y con casi un lustro de estancia en Tenerife, no tiene mucho truco. Bueno, quizás sí. Tal vez el cocinero Giuseppe, como lo conocen todos en su barrio de Santa Cruz, en la zona de Duggi, lo que de verdad sí tiene es mucho truco y mucha magia. De otra manera no podría explicarse que él (primero con otros dos amigos, luego solo y ahora, desde hace algún tiempo, junto a su ayudante en los fogones, Meli) haya conseguido lo más difícil: transformar el restaurante Convivio de la capital tinerfeña, en la calle General Porlier, 69, en un espacio coqueto, amable, sincero, cercano, familiar y cargado de buena cocina, siempre con el mejor ambiente y con las máximas ganas; es decir, como subraya el mismo Giuseppe, en una casa para dar de comer “en la que solo entra gente con un cariño increíble”.

Giuseppe Aloisio recaló hace cinco años en la Isla con la intención de ganarse la vida gracias a sus capacidades en la restauración, y parece que lo ha conseguido. La gastronomía es su pasión, algo que repite en numerables ocasiones durante esta entrevista; una pasión que equilibra y gestiona a las mil maravillas con su otra potentísima habilidad: las relaciones públicas. Con esta herramienta traslada a los comensales, perdón, a “los amigos que acuden al Convivio”, siempre a base de cariño, cercanía, honestidad, fidelidad y todas las sonrisas y buenas caras que se quieran.

La definición perfecta de ese binomio ha hecho del Convivio un lugar necesario, imprescindible, acogedor y de obligada presencia, que, por si ya fuera poco, oferta excelente cocina italiana, siempre elaborada con pautas artesanas, con una inmejorable relación calidad-precio en platos que cambian de forma, textura y sabor todas las semanas, y que se valen para lograr tanta solvencia gastronómica de materias primas, frutos, artículos y preparados que casi siempre se adquieren en el mismo barrio. En el Convivio la cocina italiana es pasta hecha a mano y artículos de calidad a ser posible de Canarias, como, por ejemplo, los vinos.

Giuseppe Aloisio es un hombre vital, pura chispa, amante del fútbol (“mi equipo es el CD Tenerife”), sonriente y ágil, una persona que todo lo quiere hacer bien y que hoy vive de la cocina, que innova en la cocina y que, día tras día, aspira a descubrir todo lo que sea capaz de dar la propia cocina, con todos sus componentes y artilugios, que no son pocos.

Amante de buscar y rebuscar nuevos lugares en los que disfrutar de la gastronomía, con sus vinos y sus experiencias anexas; atento siempre a lo que llega; curioso y amante de las novedades culinarias, a Giuseppe se le puede definir como un hedonista intenso, característica que en parte le viene dada por su condición de siciliano, de mediterráneo, por la familia que dejó y lo impregnó. Todo esto se le nota mucho.

No hay nada como tenerlo claro: todo siempre muy claro. Esto es lo que traslada este cocinero italiano que se inició en la restauración como camarero. En su querido y entrañable Convivio, Giuseppe “no quiere doblar mesa”, que el sitio es pequeño y prefiere el ambiente tranquilo, sin que “nadie tenga que esperar”. Tampoco, pese al éxito, se plantea crecer. Ni por asomo. Cuando se le pregunta por esto, su cara lo dice todo: “Crecer, no, por favor. Si fuera así, dónde meto mi vida”. Ya ha mencionado su vida, una vida que siempre se muestra con la misma cara en los dos ambientes: en el Convivio y en la calle. Giuseppe siempre es el mismo dentro y fuera: en el estadio o en el parque, e incluso en una terraza de la Rambla. Pero sus platos no son como él, por fortuna: los hay diferentes pero siempre apetecibles. Es lo que no ocurre con su salón comedor, que siempre es igual, como él, porque es él. Es el salón del buen rollo, de la alegría, de la fidelidad, de la cercanía y de la honestidad. La clave de mi trabajo, me dijo el otro día camino del Heliodoro Rodríguez López, es la “honestidad, mucha honestidad”. No tiene que jurarlo.

“Cuando hago la pasta, me acuerdo de mi mamá”

La cocina italiana y casera, “artesana”, de Giuseppe Aloisio no tiene ciencia, pero sí magia, toneladas de magia. Este joven siciliano afincado en Tenerife, donde se halla “muy a gusto”, hace pasta con sus manos todos los días y confecciona, semana tras semana, cartas variadas y equilibradas, con todos los palos de la baraja. “Mis ingredientes son sanos y con ellos hago comida sana”, recalca. Sus platos tienen “poca grasa”, y en la oferta semanal “siempre hay pescado, carne y verdura”. En su sistema de trabajo destaca un concepto clave: el continuo cambio en la oferta culinaria, para que sus “clientes siempre puedan engullir algo diferente”. También por esto, él “prefiere hacer la masa de la pasta”, “mucho más rica”, En esta tarea diaria es inevitable que a la vez inicie un viaje a su tierra de origen. Giuseppe reconoce que, “cuando hago la pasta, siempre me acuerdo mucho de mi mamá”. El Convivio es hoy la casa de Giuseppe, pero también se ha convertido en el espacio al que mucha gente acude en busca de ambiente familiar, buena cocina y magia y honestidad. El Convivio es un lujo en pocos metros cuadrados, con Giuseppe y Meli en su interior: un lujo que se llama honestidad. | Román Delgado

 

Restaurante italiano Convivio, calle General Porlier, 69 Santa Cruz de Tenerife. Teléfono: 922 15 26 13.